TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Las sonrisas y afectos de “Maritza” (seudónimo) eran pagados con agresiones, el amor que ella sentía hacia su compañero de hogar la mantenía sumisa, pero un disparo en una de sus piernas le abrió los ojos y le mostró el camino para convertirse en una sobreviviente de la
violencia doméstica.
“Al principio creía que él cambiaría, soportaba sus golpes por amor. Con el tiempo aguantaba por necesidad, pero cuando me disparó ese fue el fin”, relató.
La denuncia de la capitalina es una de las 68 mil alertas por agresiones que en el 2020 ha recibido el Sistema Nacional de Emergencias 911.
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Según el Centro de Estudios de la Mujer (CEM-H), el 50 por ciento de llamadas de emergencia se registran en el Distrito Central y San Pedro Sula.
“Estamos encerradas pero no calladas”, manifestó Suyapa Martínez, codirectora de CEM-H, mientras alertaba del peligroso incremento de la violencia contra las mujeres durante la pandemia por el covid-19 y las emergencias por las tormentas Eta y Iota.
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Asimismo, la feminista alertó que en principio el encierro disparó las incidencias porque las mujeres estaban todo el día con “sus agresores”, sin embargo, ahora el fenómeno ocurre en silencio en los albergues.
“El Estado tiene una gran deuda con las mujeres, muchas leyes son engavetadas en el Congreso Nacional. Aun así, es un logro que en las cadenas nacionales hablen sobre la violencia hacia la mujer”, resaltó.
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Femicidios
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) contabiliza de enero a agosto un total de 61 femicidios en la capital; en comparación con los 41 registrados en 2019, representa un incremento del 48.7 por ciento.
Gonzalo Sánchez, experto en criminología, explicó que con el confinamiento se generan encuentros constantes que derivan en violencia ya sea por aspectos económicos o por discrepancias en el hogar.
Aunque aceptó el incremento de violencia contra la mujer, recomendó a las organizaciones feministas reconocer que ahora las mujeres se involucran en la criminalidad organizada y por eso se perpetran más femicidios. “No todas las muertes son por parricidios, en la mayoría de casos las mujeres se enamoran, por necesidad o son obligadas a ingresar en estructuras criminales y por ello son ejecutadas”, reveló.
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