TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cansados de los actos delictivos y de observar cómo sus pobladores se pierden por el camino del alcoholismo, una aldea del municipio de Ojojona pidió que se suspendiera la compra y venta de esta bebida.
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Guerisne, un pequeño pueblo al sur del país, adoptó esta medida porque no quiere más violencia y desea que todos sus habitantes vivan en paz.
“Nos pidieron que quitáramos la venta de alcohol por los sucesos que han ocurrido últimamente, como unos asesinatos, durante estos años y todo por culpa el alcoholismo”, detalló Rafael Aguilar, edil de Ojojona.
La normativa entró en vigencia a partir del lunes 6 de marzo de 2023, pero según Aguilar, “tendrá que venir otro alcalde a derogar esta medida, porque nosotros no pensamos hacerlo por el bienestar de nuestra comunidad”.
Hasta la fecha, es la primera aldea que pide esta intervención a la municipalidad, no obstante, existen otras que están en conversaciones para aplicar esta reglas en sus normativas de convivencia.
En caso de que una persona introduzca bebidas alcohólicas dentro de Guerisne será multado hasta con 10 mil lempiras y también se le decomisará todo lo que lleve en bebida.
Los pobladores de la región sur de Francisco Morazán están contentos y decididos a no ser parte del trago que les está dañando como comunidad.