TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ahora en el barrio Morazán una calle destaca más que el resto debido a los colores blanco y celeste -los de la Bandera Nacional- que predominan a lo largo de la vía.
Y es que la famosa “calle sin sol” del viejo y legendario barrio de la capital con un siglo de fundación está siendo intervenida y ya suman unas 40 viviendas a las que se les realizaron mejoras.
Además se restauraron todas las aceras, se constituyeron túmulos, las fachadas de las casas se pintaron de manera uniforme en color blanco con distintivos celestes, se adornaron con maceteras, enredaderas, decoraciones con focos y luces artificiales.
Las labores son parte de un proyecto piloto que desarrolla la Gerencia de Turismo y que se podrá replicar en otras zonas de la ciudad.
Un barrio con historia
Los vecinos de la zona están muy contentos por la transformación que se le dio a cada humilde hogar.
“Tengo 64 años de vivir acá, estamos agradecidos con el alcalde Jorge Aldana que nos hayan bendecido por este proyecto”, expresó Luz Coello, vecina.
Cuando se encienden las luces durante la noche, personas que pasan por el lugar se detienen a tomarse fotografías, dijeron los vecinos.
El proyecto municipal denominado “Dándole color a la capital” será inaugurado la próxima semana y estos días se trabaja en algunos detalles estéticos como pintar murales en ambos extremos de la vía.