Tegucigalpa, Honduras.- El Cementerio Divino Paraíso de Comayagüela se ha convertido en las últimas semanas en un lugar para sacrificar y desmembrar caballos para vender su carne.
Los vecinos de la zona aseguran que en horas de la noche individuos meten los caballos al cementerio, donde luego los matan y destazan, al parecer, para vender su carne.
Según denuncias de los vecinos y transeúntes, hasta tres caballos desmembrados son hallados ciertas mañanas en el camposanto.
La situación más reciente ocurrió el pasado 25 de noviembre, cuando se encontraron los restos de estos animales, entre ellos una yegua preñada.
“Al amanecer ayer mataron tres, incluyendo una yegua que estaba preñada, porque ahí estaba el caballito muerto también”, relató un denunciante a EL HERALDO, quien no quiso revelar su nombre por temor a las represalias.
Según los vecinos, los responsables llegan en la madrugada, aprovechando que el cementerio carece de seguridad por la noche.
“Creo que esa carne es para venderla de manera clandestina en los mercados”, añadió el denunciante, quien se mostró indignado ante la falta de acción por parte de las autoridades.
Durante este año, se calcula que al menos 100 animales han sido sacrificados en este lugar. “Nosotros hemos denunciado a las autoridades, pero el problema es que el cementerio es abierto, y algunos caballos los traen de otros lados para destazarlos acá”, comentó otro vecino del sector capitalino.
Los vecinos realizaron un llamado a la Policía Municipal y Nacional para que investiguen lo que ocurre en el lugar y den con los responsables.
“Más que todo por la noche, porque esos animales los destazan como a las 2:00 de la madrugada”, señalaron los afectados.
Imágenes compartidas a EL HERALDO por los denunciantes, muestran los cadáveres de los caballos desmembrados y con partes de su cuerpo esparcidas en el terreno.
Los restos incluyen cabezas, patas y huesos, evidenciando la extracción de grandes trozos de carne.
El escenario ha generado preocupación en los vecinos de la zona, no solo por el maltrato animal, sino también por los riesgos de salud pública que implica la comercialización de carne de origen incierto y sin controles sanitarios.