TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Tienen al menos una hora para comunicarse al número que les indicamos y si no contestan la llamada, ya saben, vamos a matar a todo el que hallemos ahí”, rezaba la amenaza escrita en una hoja —por miembros de la Pandilla 18— y pegada en la pared del estadio Emilio Larach, el cual se cerró desde el sábado y todavía sigue encadenado.
El mensaje provocó que los administradores clausuraran las actividades en el complejo deportivo que se ubica en la colonia Kennedy, en donde residen más de 100 mil ciudadanos.
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Es preciso aclarar que el 15 de noviembre EL HERALDO expuso a las autoridades de la Policía Nacional la situación que los pobladores están viviendo; sin embargo, hoy la colonia refleja la realidad en sus calles: la delincuencia llegó a tales extremos que la máxima dirigencia de la Kennedy envió una recomendación a cada vecino para evitar más ataques de los malhechores.
“Todos los parques de la colonia deben abrirse a las seis de la mañana y cerrarse al público a las seis de la tarde para que nadie corra peligro”, decía la instrucción de la directiva, pues en estos espacios recreativos ya se presentaron varios reportes de asaltos y hace tres días hubo una balacera frente a un taller de carros, según relatan los vecinos.
“Pedimos más agentes policiales y que la Alcaldía mande a sus inspectores a nuestra colonia”, solicitó un poblador.
Desde la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco), EL HERALDO conoció que ya se están ejecutando investigaciones sobre quiénes podrían ser los culpables de estos actos delictivos y que “dentro de unas horas estaría la respuesta”.
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