Tegucigalpa

Las pantallas de los cines del centro se apagaron ante la innovación

La exigencia del público y la nueva modalidad de multisalas, entre las causas por las que desapareció el cine tradicional que se desarrollaba en el centro de la capital, donde solo quedan algunos viejos edificios
06.07.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el cierre del cine Clámer tras la proyección de la aclamada película “Drácula”, dirigida y producida por Francis Ford Coppola, y la última función del cine Variedades con la épica cinta “Avatar”, la memoria histórica de los capitalinos se ve marcada por el fin de una era cinematográfica.

Estos cines se unen a una larga lista de salas que por varias décadas formaron parte de la oferta cinematográfica de los tegucigalpenses.

Los cines Maya en el bulevar Morazán, El Centenario, Belén, El Obelisco y el Roxy, Alpha y Omega en la avenida La Paz, así como los cines Aries y Tauro en el centro de la ciudad, Regis, Real, Sagitario y Ópera, que irrumpieron en el mercado a fines de los años 70, ahora han desaparecido, dejando solo huellas en la memoria colectiva de los capitalinos.

¿Por qué desaparecieron?

Según el crítico de cine Darwin Mendoza, muchas de estas salas tenían que reinventarse a una nueva modalidad de multisalas de cine, pues el público poco a poco era más exigente y la industria estrenaba más películas a la vez, causando problemas de espacio.

“Los cines del centro de Tegucigalpa tenían una, dos y tres pantallas grandes y eran como un especie de teatro”, explicó el experto.

Estas pantallas gigantes y el poco espacio eran un problema para la industria, pues “muchas distribuidoras estrenaban varias películas a la vez que solo duraban una semana”, detalló Mendoza.

Amplió que el séptimo arte se volvió un producto de consumo rápido. “Había que tomarse una tarde o mañana para prepararse e ir al teatro”.

“Ahora, si anda en el mall y quiere perder dos horas de su vida, ahí está la sala de cine. Y eso funcionó a tal grado que fue dejando sin audiencia a los del centro de Tegucigalpa y Comayagüela”, externo el entrevistado.

Refirió también que la televisión influyó en que las personas vieran “en formato pequeño y doméstico, provocando que muchos jóvenes mayores nunca hayan visitado el cine”.

Para el productor de cine Marlon Herrera, otro de los factores que sumó al cierre de los viejos edificios que exhibían filmes en la ciudad capital fue la llegada de los grandes centros comerciales que montaron estas salas, pues “la gente prefería hacer todas las compras e irse de un solo al cine para que todo le quedara cerca”.

“La comodidad que busca la gente, de querer tener todo a la mano, fue otro factor”, consideró el entrevistado.

Cines en la memoria histórica de Tegucigalpa

Recuerdos

Óscar Barahona, un capitalino que visitaba los cines Palace y Lido en Comayagüela, recordó aquellos tiempos cuando con gran alegría se alistaba para ir a ver una película con su novia, “fue una experiencia bonita, pues no había otras opciones, la pasaba excelente”, recordó.

Por su parte, Víctor Álvarez expresó que varias veces fue a los cines del centro de Tegucigalpa. “Me acuerdo cuando iba a ver una de las películas de Freddy Krueger, fueron experiencias bonitas de ese tiempo”.

Los capitalinos antes mencionados opinan que estas salas del centro de Tegucigalpa cerraron debido a la nueva modalidad del internet, pues ahora en cualquier plataforma se puede ver una película sin necesidad de ir a un cine.

Por otro lado, Cinthia Hernández, quien ha participado en películas y cortometrajes hondureños, lamentó que el arte en el país no recibe apoyo y, por ende, es difícil hacer “un cine diferente para que llame la atención, pues hoy en día, con las diversas plataformas, el público es bastante exigente”