TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los colectivos de Libertad y Refundación (Libre) continúan su lucha incansable en la Región Metropolitana de Salud (RMS) en busca del cumplimiento de las 80 plazas de trabajo que, hasta el momento, han quedado en el olvido.
Esto sin importar que fueron desalojados durante el fin de semana por la Policía Nacional, por medio de una orden judicial.
Los activistas regresaron al escenario del conflicto, en el que suman más de un mes con las protestas pasadas y las recientes, en este inicio de semana, decididos a no rendirse.
“Nos golpearon a varios compañeros y hoy reintegramos a nuestra fuerza, para volver a la Región, en espera de que el director dé la cara y que ejecute los acuerdos firmados”, apuntó Esdras Izaguirre, portavoz del colectivo.
Izaguirre aseveró que ”vamos a seguir hasta que se cumpla lo acordado, quienes son los afectados son las personas que no tienen contrato porque llaman a gente de sus contactos y les dicen que por culpa de nosotros no han firmado”.
EL HERALDO buscó la reacción de Jorge Samael Cálix, director de la RMS, para consultarle sobre estas nuevas disposiciones, pero no hubo respuesta.
También se recorrió el área administrativa del ente sanitario y se evidenció la presencia de los activistas, además de la denuncia de amenazas que hay en contra de los empleados que laboran en el centro de Salud Alonso Suazo.
Por ahora los colectivos seguirán en busca de sus plazas y las autoridades aún no dan respuesta.
