Tegucigalpa,Honduras
Cansados de los robos, asaltos y de la presencia de personas extrañas merodeando en las afueras, varios centros educativos de la ciudad decidieron instalar cámaras de vigilancia.
Según las autoridades de la Dirección Departamental de Educación de Francisco Morazán, a la fecha, al menos 15 centros de enseñanza públicos en la capital poseen estos dispositivos de seguridad.
“Debido a que la mayoría de los centros educativos no tienen la suficiente vigilancia, entonces la instalación de las cámaras viene a dar un apoyo para tener mayor seguridad”, explicó Miguel Raudales, técnico de la Unidad de Supervisión Educativa de la departamental.
Raudales recalcó que el propósito principal de estos dispositivos de vigilancia es salvaguardar la integridad física de los escolares y docentes.
Entre los Centros de Educación Básica (CEB) que están bajo lentes digitales están el Tomás Álvarez Dolmo, 14 de Julio, Cámara Júnior número 1, Panamá, Germán Herrera y Juan Ramón Molina.
Además de los institutos Hibueras, Gubernamental España Jesús Milla Selva y Luis Bográn.
Los resultados
“Con estos proyectos se ha logrado resolver varios problemas que ocurrían al interior de los centros educativos que eran provocados por personas ajenas a la institución”, reveló Raudales.
En todos los centros de enseñanza la instalación de las cámaras ha sido gracias a la gestión de sus autoridades o con los fondos aportados por docentes y padres de familia.
Para el caso, en el CEB Tomás Álvarez Dolmo, ubicado en la colonia Nueva Esperanza, hace casi cuatro años que se instalaron ocho cámaras con fondos propios.
“Hemos tenido muchos beneficios, se han resuelto accidentes de niños, robos, y se ha identificado personas que han venido a vigilar a los niños. El Internet para mantener la vigilancia los fines de semana lo pagamos otro docente y yo”, expresó Óscar Gómez, director del centro educativo.
Desde la instalación de los aparatos de vigilancia ya no se reportan robos en el centro educativo y el comportamiento de los escolares ha mejorado.
Con 12 cámaras, el CEB Juan Ramón Molina, de la colonia San Miguel, se ha evitado los robos y otros incidentes.
“Después de varios robos, surgió la necesidad de instalar las cámaras hace tres años y desde entonces no han ocurrido robos”, manifestó Lizeth Osorio, secretaria y docente del centro educativo.
Reveló que desde que los estudiantes saben que hay cámaras han mejorado su comportamiento. Además los padres siente mayor seguridad por sus hijos.
