Tegucigalpa

En una cama de tablas don Enrique reposa su adolorido cuerpo; necesita de nuestra solidaridad

Además de sus limitaciones físicas, don Enrique tiene muchas necesidades como mobiliario, ventilación adecuada y los materiales de construcción para su propia rampa y una de las paredes de su casa

11.06.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Una tosca cama con base de madera acondicionada con una lámina de plywood y un viejo colchón de aproximadamente tres pulgadas son el altar de descanso de don Enrique López.

Con el paso del tiempo después de su accidente sufre constantes dolores musculares y de articulaciones debido a sus limitaciones de movilidad y la fragilidad de sus huesos. A pesar de estos malestares físicos, la sonrisa de este valiente hombre no se pierde, él agradece a Dios cada día como una nueva oportunidad de vida, sin embargo, para quienes lo rodean es imposible pasar desapercibidas sus limitaciones y sus carencias actuales que son más que evidentes.

Foto: El Heraldo

Don Enrique urge de una cómoda cama donde pueda descansar su cuerpo. (Foto: David Romero/ EL HERALDO


Mientras López conversaba con EL HERALDO sentado en su silla de ruedas, su dolor en la espalda fue evidente por lo que pidió a su esposa que le ayudase a acomodarlo en la cama al sentirse cansado por su inactividad física tras varias horas de permanencia en la misma postura, pero lejos de sentir un alivio como cualquier persona que descarga su peso corporal sobre su cama, para don Enrique es una de las experiencias más incómodas del día “trato de no estar en la misma posición todo el día, a veces me cansa incluso permanecer en mi cama”, comentó.

Necesidades
-Cama
-Sillón reclinable
-Ventilador
-Almohada
-Bloques
-Cemento
-Arena

Su día transcurre entre esporádicas salidas a la estación de buses y las acostumbradas tardes en su vivienda mientras disfruta de ver su programación cristiana favorita y escuchar las alabanzas que alimentan su alma y su espíritu a diario.

Foto: El Heraldo

Con gran esfuerzo don Enrique pasa de su silla de ruedas a su incómoda cama. Foto: David Romero/ EL HERALDO


Para estas y otras actividades cotidianas, don Enrique adiestra los cinco dedos de la única pierna que conserva, y en medio de sus limitaciones trata de realizarlas de manera independiente y con los recursos de casa. “Mi anhelo hoy es ser más independiente, tengo un pie y cinco dedos que los puedo adiestrar para hacer muchas cosas que necesito”, expresó mientras encendía su televisor con el dedo pulgar de su pie.

Contacto
Si desea sumarse a esta campaña y cambiarle la vida a este valiente hondureño puede comunicarse a los teléfonos 9726-2768 (Don Enrique), 9870-2257 (Hilda/ esposa) o abocarse a las oficinas de diario EL HERALDO en colonia Loarque, salida al sur frente a Ferromax


Además de poder desenvolverse con libertad e independencia, también añora prepararse sus propios manjares si logra cumplir su sueño de tener las prótesis de sus brazos, “quiero cocinar mi huevo y que mi esposa descanse porque ella está en su proceso y yo en el mío”, comparte don Enrique mientras se observa cómo intenta apoyar su espalda en el cabezal de su cama improvisado con algunas prendas de ropa envueltas como almohada.

Foto: El Heraldo

Los dolores en su cuerpo crecen más al pasar varias horas en este pedazo de madera. Foto: David Romero/ EL HERALDO


Entre amenas pláticas con este valiente caballero, llamó la atención un pequeño ventilador que en su máxima capacidad intentaba darle la mejor ventilación, ya que entre otras de las secuelas del accidente es precisamente el cambio drástico de su temperatura corporal que lo sofoca a diario debido a la descarga eléctrica que sufrió.

“Después del accidente siento como un fuego en mi cuerpo, me desespero y por eso es que estoy construyendo mi pileta para pasar en el agua, refrescarme y no sentir esto”, confesó.

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Foto: El Heraldo

Don Enrique y su esposa Hilda claman apoyo para poder mejorar sus condiciones de vida. Foto: David Romero/ EL HERALDO


A pesar de que sus días no son fáciles, mantiene sus energías al 100% y un espíritu optimista que contagia a cualquiera, pero su deseo de lograr una independencia total es latente y hoy en día todos los esfuerzos están depositados en alcanzar este sueño.

“Hoy mi vida cambió y tengo que esperar a que otro me atienda” expresó a EL HERALDO. Convertir los días grises de don Enrique en un amanecer esperanzador y lleno de luz será posible con las personas que estén dispuesta a sumarse a esta noble causa y cubrir algunas de estas necesidades para cambiar su estilo y calidad de vida.

Si desea sumarse a esta campaña y cambiarle la vida a este valiente hondureño puede comunicarse a los teléfonos 9726-2768 (Don Enrique), 9870-2257 (Hilda/ esposa) o abocarse a las oficinas de diario EL HERALDO en colonia Loarque, salida al sur frente a Ferromax.

Foto: El Heraldo

Un álbum familiar de cuando la tragedia aún no había llegado a esta familia.