TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Carlitos era un niño de la ciudad de Santa Bárbara que estaba muy contento y agradecido por aquel carrito de juguete que su padre le había regalado.
Desde el primer día que lo tuvo en sus manos, jugaba incansablemente en el patio de su casa, haciendo volar su imaginación mientras lo conducía por las bellas calles de la ciudad de Santa Bárbara.
En uno de sus viajes imaginarios, el pequeño recordó que las personas adultas dejan sus vehículos en un garaje seguro en sus casas, espacio que él no tenía para estacionar el suyo una vez que dejara de jugar o se fuera a la escuela a estudiar.
Carlitos tenía que resolver su situación, ya que su carro no podía estar sin garaje o dejarlo en la calle expuesto al tiempo.
Después de tantos pensamientos que le venían a la mente, el niño recordó que cerca de su casa vivía doña María Rivera, una santabarbarense muy creativa que se dedicaba a elaborar coloridas casitas, iglesias y catedrales de diversos materiales para manualidades.
Sin pensarlo dos veces, el pequeño llegó a la vivienda de la señora y solicitó: “Doña María, ¿usted cree que me puede hacer una casita con garaje para poder meter mi carrito?”.
La patepluma, viendo que el niño pedía ayuda con toda la confianza de que su petición se haría realidad, aceptó hacerle la casa con garaje. “Claro que sí, trae tu carrito para tomar las medidas y saber de qué tamaño es, y yo te la hago”, fueron las palabras que recordó doña María Olivia haber dicho al niño.
Rivera siguió contando que hizo la casa para Carlitos con su garaje, cumpliendo uno de los sueños del pequeño cliente, quien ahora es un joven.
Piezas decorativas
Esta es una de las muchas historias que doña María Olivia Rivera, junto a su hija Olivia Janine Rivera, ha vivido durante sus 21 años de construir réplicas de casitas, castillos, iglesias, catedrales y monumentos históricos del país con materiales decorativos como cartulina y cartón.
Durante estos años, Las Olivias es el nombre del emprendimiento han sido una inspiración con sus manualidades decorativas en la ciudad de Santa Bárbara.
Las obras decorativas están a la venta en varias partes del país y otras son buscadas por hondureños radicados en el extranjero.“Vendemos a personas de Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras ciudades.
A ellos les encantan las decoraciones que hacemos”, expresó doña María Rivera.Las dos hondureñas aspiran con su destreza decorativa organizar una exposición de sus trabajos para incentivar la cultura en galerías de arte en varias ciudades del país.
“Hasta el momento solo hemos ido a ferias de emprendimiento en la ciudad de Santa Bárbara. Nadie nos ha invitado a exponer en una galería de arte”, expresó la hija de doña Olivia.
Las microempresarias hicieron un llamado a las diferentes galerías de Honduras para que les permitan exhibir sus maquetas de diferentes diseños.
Doña María Olivia recordó que los primeros intentos de hacer manualidades fueron con casitas de nacimiento de Navidad, pero estaban dañadas y ellas se dispusieron a repararlas. “Empecé haciendo casitas pequeñas, pero poco a poco logré establecerme en el oficio”, detalló la madre emprendedora.
Las Olivias expresaron que para realizar estos trabajos se necesita tiempo y dedicación por los detalles que llevan las réplicas decorativas. Las maquetas que elaboran estas hondureñas pueden diseñarse según los deseos del cliente.
“Nosotros pedimos una fotografía de los edificios que quieren que hagamos”, indicó Janine Rivera, hija de doña Olivia.Los hondureños y extranjeros pueden visitar la ciudad de Santa Bárbara y darse una cruzada donde las pateplumas para adquirir sus bellas decoraciones.
Las emprendedoras se ubican media cuadra detrás del mercado municipal, en el barrio El Forolito. Las personas interesadas en estas obras decorativas para el hogar y otros espacios también pueden llamar al número 9603-9469.