Lepaterique, Francisco Morazán
Percibir un cautivador aroma de frescas flores tras recorrer 40 kilómetros de Tegucigalpa hasta el municipio de Lepaterique es una experiencia tan agradable como el aroma de las rosas, jazmines y margaritas.
Lepaterique, que en lengua lenca significa Cerro del Tigre, cerró con broche de oro su tradicional Feria de las Flores en honor a la más bella rosa celestial: la Virgen María.
La tradicional feria tiene más de un siglo de celebrarse y se realiza desde el primer día de mayo y finalizó ayer con una nutrida peregrinación animada por alabanzas y cantos.
La calle principal del fresco municipio se revistió de las tonalidades del verde, rojo, rosado y el vivaz amarillo de las flores que cargaban en sus brazos mujeres y niños en la procesión.
El recorrido inició a la 1:00 de la tarde, en el barrio La Tinta, marchando por calles de tierra hasta llegar a la iglesia católica de la comunidad.
En el recorrido, los vecinos salieron a las puertas de sus casas, hechas de gruesas paredes de adobes y techos de tejas a presenciar el paso de la Madre de Dios.
La imagen de la Virgen María era custodiada por decenas de hombres que cargaban en sus hombros caña de azúcar.
La actividad finaliza con una eucaristía y con la elaboración de una alfombra de pétalos de flores. Todos los días de mayo se realiza la misma jornada, pero cada día se fortalece la fe de los pobladores.
Mes de las flores
Cada día de mayo, una familia fue responsable de organizar una actividad en honor a la Madre Celestial, este grupo de personas se les conoce como Los Mayordomos.
Miguel Silva, uno de los organizadores de la feria, expresó que la mayoría de los pobladores se unieron a la celebración sin importar si era día de semana o si las actividades se realizaban de día o noche.
Por su parte, Fredy Servellón, uno de los mayordomos de la actividad, detalló que durante el mes, las personas responsables de recibir a la Reina de las Flores, ofrecen deliciosos bocadillos a los participantes como el tajo relleno o puyado. También se les ofrece pan hecho en casa y una aromática taza de café.