Tegucigalpa

Ni la distancia tampoco la situación económica le impidió visitar a la Virgen de Suyapa

Don Santos Suazo, un octagenario no vidente y paralítico peregrina cada año desde el departamento de La Paz, como muestra de agradecimiento por todas las bendiciones que ha recibido de la Patrona de Honduras.

01.02.2016

Tegucigalpa, Honduras
La dura situación económica no es obstáculo para que don Santos Suazo, un fiel devoto de la Virgen de Suyapa se traslade cada año hacia la Basílica Menor, desde el departamento de La Paz, en la zona central de Honduras.

Acompañado de un grupo de al menos 45 personas, entre familiares y amigos, este creyente de 85 años emprendió el viaje de dos horas, el pasado 31 de enero, a las 2:30 de la mañana, trayendo consigo la algarabía de venir a conmemorar los 269 años del hallazgo de la Morenita de Suyapa.

'A pesar que ahora yo no puedo ver, le agradezco a la virgencita que me haya dado una segunda oportunidad de vida', cuenta el anciano, quien hace unos años, sufrió una embolia, que lo dejó paralítico.

Éste devoto, que lleva 58 años de matrimonio con doña Elsa Martínez a quien denomina 'mi esposo', -pues él ahora es el consentido, según dijo- afirma que no viene a pedirle nada a la Madre de los hondureños, sino a agradecerle tantas bendiciones y que le siga permitiendo poder hablar para continuar trasladando su fe a las generaciones venideras de su gran familia que consta de 8 hijos y 30 nietos.

'Aunque el 'pisto' está escaso, siempre hallamos la manera de venir, nunca faltamos', expresó el longevo señor al detallar que pagó 210 lempiras de pasaje para llegar hasta acá.

Por cuatro días este grupo de fieles paceños permanecerá en las afueras de la Basílica Menor de Suyapa, acampando y preparando sus alimentos en pequeñas fogatas organizadas entre todos.