TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En medio de una mezcla de expectativa y desesperación los capitalinos se encuentran inmersos en un viaje a través de las obras viales más lentas de la historia, caracterizadas por una elevada parsimonia. Parece que alguien aplicó el “super slow motion” para que los trabajos en las salidas de la ciudad avanzaran en cámara lenta.
Según testimonios de algunos residentes, los empleados de estas construcciones laboran bajo el lema de “tomarse el tiempo que sea necesario”.
“Son tres semanas las que llevan en ese mismo tramo; llueve, tardan un día en sacar el agua; hace sol, les cansa y trabajan un ratito; hay clima perfecto, se ponen a mensajear; no creo que esta sea la idea del alcalde”, denunció uno de los técnicos que acompaña las obras en la salida al sur.
Salida a Olancho
Mientras que en la carretera a Olancho las personas se preguntan cuándo se concluirán los trabajos porque, aunque sean positivos e impulsen el desarrollo, afectan las ventas.
“Yo sé que a futuro tendremos beneficios, pero ahora sí nos afecta el negocio; la mayoría de mi clientela tiene carro y esa lentitud del gobierno nos está perjudicando bastante”, manifestó Jafet Colindres, propietario de una barbería. Los capitalinos, sumergidos en esta odisea de la tardanza, esperan con anhelo el día en que las obras finalmente se completen y puedan disfrutar de una circulación fluida.
“Esto es una ayuda al pueblo, pero van muy lento, solo ellos saben las cosas que están haciendo; yo veo que comienzan de un lado y van a otro, pero sin solucionar nada; todos avanzan pero sin ningún control”, expresó Reinery Vargas, conductor que utiliza la vía.
Oriente
Los trabajos viales en la vía de Danlí se limitan a bacheo de emergencia desde abril y hoy están sin maquinaria funcionando. Algo que sorprende a los ciudadanos es que el edil capitalino, Jorge Aldana, utiliza esta carretera para llegar a Tatumbla, donde está su residencia.
“Imagínese que el alcalde utiliza esta ruta para llegar a Tatumbla, y desde hace tiempo le he estado enviando mensajes para que arregle estas calles, por favor. Parece que no siente los baches porque camina en carros ajenos (del gobierno)”, expuso don Carlos Pavón, residente a la salida de Danlí.
Mientras tanto, los ciudadanos continuarán lidiando con los efectos negativos de estas demoras en su vida, desde retrasos en el transporte hasta impactos en sus negocios.
Últimos avances
EL HERALDO conversó con las autoridades municipales para exponer la demanda colectiva y conocer los últimos avances de las obras en cada una de las salidas. En la carretera al sur se logró llegar a un acuerdo con las 30 personas que obstaculizaban el avance de la ampliación del tercer carril.
“Se logró negociar con cada uno de ellos y se espera que esta semana puedan indemnizarse para poner fin a la espera. El otro proyecto es la salida alterna, que está siendo manejada con un crédito asignado por la SIT.
Sin embargo, ya no somos los encargados de ejecutar ese proyecto, solo trabajamos de manera coordinada, esperando la aprobación del diseño final por parte de la SIT y la licitación de la obra”, justificó Russel Garay, director del Despacho Municipal.
Con respecto a los proyectos Olancho y Danlí, que pertenecen a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), estos no tienen representante, pues EL HERALDO buscó reacción de sus titulares, pero como de costumbre permanecen callados.
