Escrito está que María “dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7).
Es decir, Jesús nació y vivió en un lugar humilde, por lo que no sería un verdadero problema establecer una comunicación y desde luego adorarle en el lugar menos indicado.
Para cierto sector la iglesia es la casa de Dios y tiene que estar en condiciones impecables, para otros, eso viene siendo de poca relevancia ya que el objetivo primordial es la interrelación directa entre el hombre y el creador del universo.
Para Eddy Rodríguez y sus compañeros de lucha, el lugar es lo menos que importa cuando se trata de dedicarle una hora de alabanza y adoración a Dios.
Contraste: Así viven los pastores evangélicos más ricos del mundo
Con panderos en mano acompañado de olores nauseabundos, desechos de todo tipo, aves de rapiña casi encima pero con el corazón contrito y humillado, se prestan día a día dispuestos a darle lo mejor a Dios, pero no entre lujos y cortinas, sino en el propio basurero municipal de la capital de Honduras.
Perseverar cuando el mundo quiere girar al revés no es fácil, pero qué más perseveradores que estos humildes guerreros que antes de ensuciar sus manos a través del contacto de todo tipo de bacterias, es fundamental y necesario ponerse en comunión directa con el de arriba.
Para estos admirables pepenadores, las enfermedades pasan a segundo plano debido a que es más fuerte la fe que tienen en estar siempre saludables aún estando en presencia de los peores focos de contaminación y que mejor cosa que servir y llevar el evangelio como Jesús lo hizo un día.
A tempranas horas de la mañana y mientras los camiones de la basura hacen su trabajo al expulsar la mayor parte de desperdicios de la ciudad, ellos están terminando de hacer una de las faenas más importantes que no debe de faltar un solo día.
Además te puede interesar: Marcos Witt no casará a Ricky Martin y su novio
Claro está que quisieran estar en mejores condiciones pero por los múltiples factores que imperan en el país cuando de pobreza se trata, lo único que queda para estos luchadores es entregarse por completo a los caminos del evangelio con la esperanza de que sea el paraíso, un lugar que tengan asegurado sin necesidad de pagar alguna cantidad de dinero.