Tegucigalpa, Honduras.- El reloj marcaba las 2:03 de la madrugada del 25 de diciembre cuando el primer llanto de un bebé rompió el silencio en la sala de labor y parto del Hospital Escuela de Tegucigalpa.
Se trataba de Esquiel, un hermoso varoncito que llegó al mundo pesando 2,710 gramos, convirtiéndose en el primer niño nacido en Navidad en este centro asistencial de la capital.
Su madre, Deysi Carmelina Ordóñez, de 23 años y originaria de la aldea Suyapa en la capital, se mostró emocionada por el nacimiento de su hijo en una fecha tan especial.
“Dando gracias a Dios por este día de felicidad que pude a tener a mi hijo bien sano y por darme la fuerza de tenerlo en mis brazos”, expresó con emoción la joven madre.
Durante la Nochebuena, un total de 14 bebés nacieron en el Hospital Escuela, de los que cinco partos fueron por cesárea y ocho de manera natural. Cada uno de estos pequeños representa una nueva esperanza para sus familias, un símbolo de vida que ilumina una fecha tan especial.
El nombre Esquiel, de origen bíblico, significa “Dios es mi fuerza”.Por otro lado, en el Hospital de Especialidades del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) no se registraron nacimientos.
Según informó Lourdes Barrientos, encargada de Relaciones Públicas del Seguro Social, no hubo nacimientos después de la medianoche del 24 de diciembre.
“No se registraron partos después de las 12:00 de la noche del 24 de diciembre”, confirmó Barrientos. La entrevistada mencionó que fue una noche excepcional donde no se registraron niños nacidos en esta ocación en el IHSS.
El nacimiento de Esquiel y los otros 13 bebés en el Hospital Escuela representan la alegría de sus familias que recibieron a los pequeños como un regalo de estas fechas especiales.
Cada nacimiento representa una historia única que comienza con el calor de sus padres y un futuro esperanzador para la sociedad hondureña.
Son futuros ciudadanos los que nacieron, que bajo la responsabilidad de sus progenitores puede brillar en su camino