TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Entre sus paredes resplandece el brillo de la fe y devoción de una enorme feligresía católica que a diario llega a la Basílica Menor de Nuestra Señora de Suyapa a elevar plegarias y dar gracias por los milagros.
Este enorme templo que se divisa desde varios puntos de la capital es el epicentro del turismo religioso que se aviva con la visita de cada persona.
El también Santuario de Suyapa, en sus 45 metros de alto, 93 metros de longitud y 31.5 metros de ancho tiene mucho que ofrecer a las personas que llegan a este lugar.
El corazón que aviva la fe es la Virgen de Suyapa, donde cientos de personas llegan a diario a venerarla.
Carlo Magno Núñez, rector de la Basílica Menor de Suyapa, dijo que muchas familias llegan a compartir, porque es un espacio donde se respira tranquilidad y seguridad.
“La Basílica es una obra arquitectónica donde hay muchas joyas históricas y religiosas como el juego de vitrales, retablo de mármol y las piezas de arte que hay en todas partes”, expresó Núñez.
En el segundo nivel de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Suyapa, unas 50 gradas arriba se encuentra un museo religioso que tiene objetos y fotografías que guardan la historia de momentos únicos para la feligresía católica.
El ingreso para el museo es completamente gratis.
“Tenemos muchas curiosidades que se han conservado que son parte de nuestro patrimonio. Y está la sala de las velas, donde dejan sus milagritos”, agregó.