Tegucigalpa, Honduras
Don Ramón Romero descarga el estrés del trabajo en un corto descanso en el parque La Concordia, muy de cerca a la generosa sombra de un exuberante árbol.
¿Conoce el centro histórico?, se le consulta. “Sí”, responde sin dudar el señor, mientras asiente con la cabeza en señal de afirmación y frunce el seño.
¿Estamos en parte del centro? “No, eso queda en el parque Central y La Peatonal, donde estaban los vendedores”, describe don Ramón, sin percatarse que el límite histórico abarca la zona de La Concordia.
Así como el caso del señor, la riqueza cultura, arquitectónica, histórica y social del centro histórico todavía es un misterio para miles de capitalinos.
Un estudio de percepción ciudadana confirma el problema: uno de cada tres capitalinos afirman desconocer el casco histórico de la capital.
El diagnóstico, elaborado en 2012, resalta que los ciudadanos reconocieron su desconocimiento, a pesar de que fueron entrevistados -impresionantemente- dentro de este perímetro histórico.
El estudio se realizó como punto de partida para formular el Plan de Revitalización del Centro Histórico del Distrito Central, aunque a la fecha hay poca difusión.
Poco interés y promoción
La encuesta se compone de alrededor de 80 preguntas, de los cuales unas 35 se enfocan en aspectos precisos del casco histórico, según se expone en la ficha de consulta.
De esta forma, el diagnóstico saca a luz la pobre cultura general de los ciudadanos sobre el antiguo centro colonial del Distrito Central, declarado Monumento Nacional en 1994.
Así, casi el mismo porcentaje de entrevistados, que admitió ignorar la existencia del histórico polo urbano, también afirmó desconocer los límites, un 31 por ciento.
No obstante, el estudio tiene sus reservas sobre esta cifra, ya que asegura que, debido a la poca promoción del conjunto histórico, puede ser mayor.
Mientras que aquellos que afirmaron conocer la delimitación del casco pueden especular, sostiene el informe.
En la misma línea roja está el reconocimiento al trabajo de la Gerencia del Centro Histórico de la Alcaldía y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) en ese emblemático circuito urbano.
Para José Escober, jefe de la Unidad de Patrimonio Inmueble y Monumento del IHAH, la génesis del problema está en la falta de cultura del ciudadano y la poca difusión de las instituciones.
“Vienen personas del extranjero que conocen más del centro histórico que los mismos ciudadanos”, consideró.
En ese sentido, argumentó que es normal que la gente desconozca aspectos como el significado, la importancia y la delimitación del conjunto, así como los bienes patrimoniales.
Si los capitalinos casi se aplazaron en un simple reconocimiento, no digamos en el caso de las normas constructivas.
Apenas el nueve por ciento de los encuestados afirmó conocer cuáles son las regulaciones especiales.
“Nadie puede alegar desconocimiento de la ley”, aclaró el funcionario, al consultar si la cifra estará relacionada con la pérdida de la arquitectura colonial del sector.
Inseguridad
La percepción de inseguridad ciudadana en el centro es enorme, aunque las autoridades indican que la realidad camina en otra vía.
“El centro es más seguro que las colonias, si se fija solo son problemas de rateritos. Es más factible que ataque un delincuente en las colonias”, aseguró.
Un informe del Observatorio de la Violencia situó al barrio El Centro como el lugar más violento del Distrito Central en 2011, pero a partir de la fecha la inseguridad se ha trasladado a la periferia.
No obstante, el temor en los mercados ha contribuido a elevar está percepción de violencia, según el sondeo.
De esta forma, los encuestados solicitan más seguridad, vigilancia y presencia policial, aunque otro margen piden preocuparse por el estado de la infraestructura.
Según estudios históricos, el éxodo de las antiguas familias de abolengo del centro a otras zonas exclusivas de la capital, a partir de los 70, contribuyó al estado de abandono y descuido.
EL HERALDO intentó obtener la reacción de Arturo Suárez, gerente de la oficina del Centro Histórico, referente al tema, pero se excusó por estar en una reunión. Al cierre de edición no hubo respuesta.
Un punto a favor es que, pese a la problemática, la gente no deja de visitar el casco histórico, ya sea por trabajo, paseo o comercio.
