TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La búsqueda de empleo puede o bien ser un camino directo a la estabilidad laboral o un viaje con altibajos emocionales que aplastan las esperanzas de un desempleado dudoso de sus cualidades.
Más que dos palabras repetitivas en nuestro entorno, el estrés y la ansiedad son dos gigantes que se apoderan de los aspirantes que ilimitadamente envían sus hojas de vida, enfrentándose al vacío total de posibilidades.
“Hay que recordar que detrás de cada entrevista realizada hay una persona luchando no solo por un trabajo, sino por una sensación de seguridad y autosuficiencia”, enfatizó la psicóloga Paola Osorto.
¿Será suficiente mi experiencia? ¿Lo voy a lograr? ¿Porqué no me han llamado? Son algunas de las interrogantes que sin duda han rondado en su mente.
Preguntas que giran en un bucle inquebrantable que alimenta la incertidumbre sobre el futuro y lo alejan de vivir su realidad actual.
“No es tiempo perdido, es una oportunidad para reinventarse. Es un viaje de autodescubrimiento, aprendizaje y crecimiento personal”, aseguró la experta.
Para afrontar la búsqueda de empleo, es aconsejable revisar su hoja de vida o rehacerla si es necesario, establecer metas realistas, evitar aplicar a ofertas que estén muy alejadas de su perfil profesional y, sobre todo, no obsesionarse en el proceso para mantener un equilibrio saludable.
Maneje sus emociones de manera positiva
Practique la autoaceptación y tenga compasión hacia usted mismo. Reconozca que los rechazos están implícitos en el proceso pero que aún así estos no definen su valía como persona, ni como profesional.
Explore todos los recursos que tenga a su alcance para fortalecer sus habilidades y generar autoconfianza. Tome cursos en línea, lea libros de desarrollo personal u opte por asesoramiento profesional.
Mantenga una actitud positiva. Visualice sus metas profesionales y aférrese a sus logros pasados para reforzar la confianza. Recuerde que nada es para siempre y su oportunidad tarde o temprano llegará.
Priorice una rutina saludable, no permita que el estrés afecte su cuerpo y mente. Dedique un momento del día para ejercitarse, meditar o simplemente descansar para recargar las energías que tanto necesita.
No permita que la presión social lo cargue emocionalmente. Cada caso es diferente y las comparaciones dentro de este marco no encajan.