TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los primeros rocíos de lluvia, esos que traen consigo un aroma inconfundible a tierra mojada, suelen ser el preludio de un cambio drástico en nuestro entorno.
Con la llegada de la temporada lluviosa, el jardín que suele cuidar con tanto esmero enfrenta oportunidades y desafíos considerables. La clave está en saber cómo prepararlo de cara al invierno. Aquí, una guía profunda y comprensiva para que su jardín, más allá de sobrevivir, logre reverdecer.
Y es que antes de que las primeras lluvias hagan su aparición, es fundamental preparar el terreno. Asegúrese de que el suelo de su jardín tenga un buen drenaje.
La acumulación de agua puede ahogar las raíces de las plantas, impidiéndoles respirar y provocando enfermedades fúngicas. Una manera efectiva de mejorar el sistema es mediante la incorporación de materia orgánica, como la composta, que además de nutrir el suelo, le ayudará a mantener una estructura adecuada.
Aunque si su jardín tiende a inundarse considere la creación de zanjas o mejor aún, si tiene la posibilidad, opte por instalar drenajes subterráneos que faciliten el flujo del agua.
Como el suelo es el eje del cuidado, puede valerse de los acolchados orgánicos, como hojas secas o cortezas de árbol para crear una capa que ayude a mantener solo la humedad necesaria en la tierra, previniendo la erosión y el crecimiento de hierbas indeseadas.
Esta técnica también enriquecerá su jardín con nutrientes esenciales al descomponerse. Otra medida que puede incluir es la de cubrir sus plantas con un plástico o lona cual sombrilla, asegurándose de dejar una ventilación adecuada.
Cree una composta nutritiva en casa
La creación de composta es una excelente manera de reciclar los desechos del jardín y la cocina, proporcionando nutrientes valiosos para sus plantas. Identifique un rincón que goce de sombra para evitar una descomposición excesiva por el calor.
Materiales: Alterne capas de materiales verdes (ricos en nitrógeno), como restos de cocina y césped, y materiales cafés (con carbono), como hojas secas, pequeñas ramas o papel.
Ventile: Es importante que esté removiendo la mezcla cada pocas semanas para poder airearla, y así facilitar el proceso de descomposición; siempre evitando los malos olores.
Mantenga la humedad: Asegúrese de que la composta se mantenga húmeda, como una esponja escurrida, porque demasiada agua puede causar pudrición y olores desagradables.
Identifique cuando esté liste: La composta estará lista al adquirir un color oscuro y una textura desmenuzable. Puede usarla para nutrir el suelo de su jardín y fomentar el crecimiento de sus plantas.