TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al maximizar el tiempo invertido, hay formas de agilizar el orden en el hogar. Se trata de limpiar de manera más inteligente, ahorrar tiempo, esfuerzo y propiciar su bienestar integral lejos de la entropía.
La limpieza de la cocina, por ejemplo, requiere de mayor atención diaria. La clave para mantenerla bajo control radica en el mantra: limpieza sobre la marcha. Retire las ollas y sartenes, los ingredientes del mueble y las guarniciones mientras cocina, en lugar de hacer (o no hacer) una gran limpieza después de la cena.
Ponga las ollas en el lavatrastos con agua jabonosa. Después de la comida, restriéguelas y guarde todo lo que haya quedado. Luego, o en la mañana siguiente, sacuda las encimeras, lave el fregadero y barra rápidamente el piso.
Hay una serie de herramientas que ahorran tiempo y que hacen que la limpieza diaria de la cocina sea relativamente fácil.
Esos paños y trapeadores de microfibra desechables, y equipos de limpieza como aspiradoras, barredoras o trapeadores de chorro húmedo, etc., en realidad no reemplazarán una escoba o un trapeador tradicional, pero son una alternativa.
Ahora, a nadie le gusta limpiar el baño, pero adoptar pequeños hábitos sobre la marcha puede facilitarlo. Mantenga un paquete de toallitas de limpieza desechables o un trapo de microfibra debajo del fregadero para limpiar todo, desde vidrios y lavamanos hasta el exterior del inodoro.
También use una escobilla de goma para limpiar la puerta de la ducha y evitar manchas de agua.
Pase el estropajo o cepillo por el interior del inodoro, con un chorro de limpiador si lo desea. Guarde el maquillaje y los artículos sobre el tocador, y siempre vacíe la papelera. Si es necesario, limpie el piso tras cada uso de la ducha.