TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El único enlace entre el motor y la caja de transmisión mecánica es el clutch o embrague, por lo que es vital conducir con el cuidado de no dañar sus componentes. ¿Cuáles son los síntomas de anomalías a evaluar?
1. Pérdida de potencia
Si su carro experimenta pérdida aparente de poder o torque (especialmente en subidas) o acelera y recupera de forma muy lenta, quizás hasta con vibraciones, es muy probable que el sistema de embrague tenga un desgaste excesivo que provoque que el disco patine y no transmita bien el poder del motor a la caja de cambios.
2. Olor a material quemado
Si acompañado de los arriba mencionados síntomas usted percibe un olor similar al material de fricciones pero provenientes del motor o caja, es indudable que el disco de embrague está trabajando en falso, patina, se recalienta y el desgaste se incrementa.
3. Imposibilidad o dificultad notable al introducir los cambios de marcha
Sea de operación por cable o hidráulico, el pedal del clutch transmite el movimiento hacia la balinera de collarín que acciona una prensa poderosa que separa o junta al disco del clutch con el volante giratorio del motor.
Si usted tiene cero resistencia en el pedal o la resistencia es tan fuerte que no se puede efectuar cambio de marchas alguno, el fallo en todo el sistema es crítico.
Una vez llegado a este punto, la única solución es la reposición de las piezas gastadas o dañadas por nuevas. Esto suele incluir bajar la caja de transmisión, recambio del disco de clutch y la prensa, así como revisión del resto de los componentes, muchas veces cambiando de una vez la bomba auxiliar y la balinera de collarín.
Todas estas piezas tienen una vida útil específica y usted debe estar preparado para su eventual reposición.Sin embargo, existen hábitos nocivos tan diseminados que acortan la vida útil de este imprescindible sistema y obligan a reparaciones prematuras y onerosas. El propósito es evitar caer en ellos o, en última instancia, eliminarlos.