TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque mayo es popularmente conocido como el mes que marca el inicio de la temporada de lluvias, este año el fenómeno atmosférico esperó un poco más y llegó junto con junio.
Es sabido que épocas como esta ameritan mayor énfasis en cuidados preventivos, en todos los sentidos. Y cuando se trata de la conducción, hay que tener presente que los accidentes de tránsito están todavía más a la orden del día.
Aunque haya días más soleados que otros, la posibilidad de que en cualquier momento comience a llover o a caer una tormenta está allí. Y como la carretera tiende a encontrarse mojada, hay una combinación de aceites y suciedad que la vuelve más resbalosa.
La primera recomendación es revisar el desgaste de las llantas. Para que la adherencia del vehículo en el pavimento mojado sea la idónea, los neumáticos deben estar en óptimas condiciones. Considere, incluso, una rotación.
Una de las mejores prácticas para evitar un deslizamiento al conducir mientras llueve (coloquialmente conocido como “patinarse”) es bajar la velocidad y aumentar la distancia respecto al auto delantero, teniendo en cuenta el espacio que guarda el vehículo de atrás. Evite frenar de golpe.
Moderar la marcha aumenta la capacidad de los neumáticos de drenar el agua y lidiar mejor con la cantidad que haya en el camino. Recuerde que en condiciones de lluvia es mucho más difícil reaccionar a movimientos bruscos, por lo que gran parte del viaje dependerá de las condiciones del suelo. Evite cruzar encharcamientos.
Por otra parte, la lluvia empeora notablemente la visibilidad del conductor, así que el sistema de iluminación debe estar a punto. Si alguna luz anda baja o, peor aún, quemada, reemplácela de inmediato. Haga una prueba con el vehículo estacionado y pídale a alguien más que observe. Y revise que los parabrisas funcionen bien.
Otras recomendaciones
Debe tomar en cuenta que el estado del vehículo también es incidente respecto a su funcionamiento y la posible mayor exigencia que demanden condiciones como la lluvia. Si su unidad tiene averías en el motor, el sistema de ruedas, de frenado, la iluminación y demás, lo vuelve más propenso a sufrir percances o accidentes de mayor escala. Priorice el mantenimiento preventivo y vea si es necesario reemplazar alguna pieza o accesorio desde ya.
Y antes de salir de casa, asegúrese de llevar las herramientas necesarias: llanta de repuesto en perfecto estado, gato hidráulico, llaves, triángulos de seguridad, chaleco reflectivo, lámpara e impermeable.