TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Como padre, fomentar un estilo de apego seguro en su hijo es crucial. Sabrá que ha cultivado un vínculo sano cuando sean individuos confiados y regresen regularmente a usted en busca de conexión y consuelo.
Promover este apego facilita la formación y el mantenimiento de relaciones a lo largo de la vida. Aquellos que lo han desarrollado confían en que sus “figuras de apego”, ya sea un padre, un maestro o una pareja romántica, les brindarán apoyo cuando lo necesiten.
Un niño seguro se siente capacitado para explorar el mundo porque sabe que usted estará ahí de forma incondicional cuando lo necesite, ya sea mamá, papá o su futura pareja. Cultivar este sentimiento comienza por responder adecuadamente a sus señales, empezando por las físicas.
Ayude a su hijo a reconocer cuándo tiene hambre, está cansado u otras necesidades básicas. Es igualmente crucial que su hijo sepa que puede contar con usted para recibir atención cuando se sienta asustado o desee compartir emociones positivas.
La capacidad de respuesta emocional no se limita a momentos de malestar; es igualmente importante en momentos de felicidad y conexión emocional.
Si comete un error, es importante disculparse sin exagerar. El apego seguro se construye sobre la base de la confianza mutua. Las disculpas demuestran que valora los sentimientos de su hijo y ayudan a restaurar la confianza. Cultivar un apego seguro no significa ser perfecto como padre, sino ser capaz de reparar la confianza cuando sea necesario
Valide y ayude a gestionar los sentimientos de su hijo
Sus hijos están aprendiendo a comprender y regular sus emociones, y los padres juegan un papel crucial como refugio seguro en este proceso. Reconocer y nombrar las emociones, transmitiendo que todas son naturales, fortalece el vínculo emocional y evita la invalidación emocional, que puede obstaculizar la comunicación y crear una sensación de conexión condicional.
Establecer límites y pautas
Es crucial establecer estructuras para proteger las actividades familiares clave y limitar el acceso a redes sociales y dispositivos para evitar demandas fuera de control. También es vital establecer pautas claras sobre el contacto con pares y reorganizar nuestra rutina para priorizar la conexión padre-hijo.
Tiempo de calidad
Como padres, debemos dedicarles atención a nuestros hijos incluso cuando no nos la piden. Invitarlos a conectar en momentos inesperados satisface sus necesidades de apego, enfatizando que es la relación lo que nos une, más allá de sus acciones.