“Con la dieta actual que llevamos, acostumbrados a los alimentos procesados, es fácil llegar a ser vitamina-deficiente. Ya sea por no comer suficientes alimentos correctos o por no absorberlos de manera adecuada debido a problemas digestivos”, dice la doctora, Susan Blum, fundadora del Centro Blum para la Salud y autora del nuevo libro “el Plan de recuperación del Sistema Inmune'.
“Quizás no tengas una enfermedad, pero puedes terminar con problemas de funcionamiento, ya que las vitaminas son factores importantes para todas las reacciones bioquímicas en el cuerpo. Las necesitamos para poder funcionar correctamente”, explicó.
La alteración en el funcionamiento a veces puede manifestarse de maneras misteriosas, por lo que a continuación se presentan cinco señales de advertencia inusuales que podrían caracterizar una deficiencia de vitaminas.
Señal N º 1: Las grietas en los bordes de la boca.
Deficiencia de: Hierro, zinc y vitaminas del complejo B, como niacina (B3), riboflavina (B2), y B12. “Es común que si eres vegetariano, no recibes suficiente hierro, zinc y vitamina B12″, dice Blum.
Debido a la dieta es que estás escatimando en proteínas esenciales de la construcción de tu sistema inmune.
La solución: Comer más pollo, salmón, atún, huevos, ostras, almejas, tomates secos, acelgas, el tahini, el maní y las legumbres como las lentejas. La absorción de hierro se ve reforzada por la vitamina C, que también ayuda a combatir infecciones, por lo que es bueno combinar estos alimentos con verduras como el brócoli, pimiento rojo, col y coliflor.
Señal N º 2: Erupción cutánea de color rojo en la cara (y a veces en otros lugares) y pérdida del cabello.
Deficiencia de: Biotina (B7), conocida como la vitamina para el pelo. Mientras que el cuerpo almacena vitaminas liposolubles (A, D, E, K), no almacena la mayoría de las vitaminas B, que son solubles en agua.
Los físicos culturistas, tomen nota: Comer huevos crudos te hace vulnerable, debido a una proteína llamada avidina la cual inhibe la capacidad del cuerpo para absorber la biotina.
La solución: Prepárate unos huevos más cocidos (ya que cocinarlos desactiva la avidina), y empieza a consumir más salmón, aguacate, champiñones, coliflor, frijoles de soya, nueces, frambuesas, y plátanos.
Señal N º 3: La aparición de manchas blancas y rojas tipo acné, generalmente en las mejillas, los brazos, los muslos y las nalgas.
Deficiencia de: Los ácidos grasos esenciales y vitaminas A y D.
La solución: Disminuir el consumo de grasas saturadas y grasas trans, lo cual deberíamos hacer de todos modos, y aumentar las grasas saludables.
Centrarse en adicionar más salmón y sardinas a nuestras comidas, frutos secos como nueces y almendras, y semillas como la linaza, el cáñamo y la chía.
Para el aumento de la vitamina A, consume hortalizas de hojas verdes y verduras coloridas como las zanahorias, papas dulces, y pimientos rojos.
“Estas proporcionan beta caroteno, un precursor de la vitamina A, el cual tu cuerpo va a utilizar para producir vitamina A”, dice Blum.
“Para la vitamina D, sin embargo, les recomiendo utilizar un suplemento que contenga vitaminas A y K, que ayudan con la absorción de D”.
Señal N º 4: Hormigueo, cosquilleo y adormecimiento en las manos, los pies o en otros lugares.
Deficiencia de: Vitaminas del grupo B como el folato (B9), B6 y B12. “Es un problema directamente relacionado con los nervios periféricos y en dónde terminan en la piel”, dice Blum, señalando que estos síntomas pueden ser combinados con la ansiedad, la depresión, la anemia, la fatiga y los desequilibrios hormonales.
La solución: Consuma muchas espinacas, espárragos, remolachas, frijoles, huevos, pulpo, mejillones, almejas, ostras y pollo.
Señal No. 5: Calambres musculares en forma de dolores punzantes en los pies, las pantorrillas, las plantas de los pies y en las partes posteriores de las piernas.
Deficiencia de: Magnesio, calcio, y potasio. “Si te están sucediendo con frecuencia los calambres, es una pista de que estás falta de estas vitaminas”, dice Blum.
Si tu eres deportista o estás entrenando duro, puedes perder más minerales (y vitaminas B solubles en agua) a través del sudor.
La solución: Come más bananas o plátanos, almendras, avellanas, zapallo o ahuyama, cerezas, manzanas, pomelo, brócoli, col, y verduras de hojas verdes como la col rizada, espinacas, y dientes de león.
Las buenas noticias son que la mayoría de estos síntomas son corregibles con la dieta; una razón más para que la nutrición sea una prioridad, pero si los tratamientos con alimentos no funcionan, asegúrate de consultar con tu médico.