TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El término “malnutrición” se refiere, de manera concisa, a la deficiente nutrición causada por una serie de factores diversos: la ingesta insuficiente de alimentos, el exceso de consumo, la inadecuada combinación de alimentos, la elección de alimentos con un valor nutricional limitado o la exposición a alimentos contaminados.
En el contexto de Centroamérica, y específicamente en el ámbito infantil, esta problemática adquiere una urgencia apremiante, como apunta Vanessa Hernández Rosiles, especialista mexicana en Nutrición Clínica Pediátrica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 45% de las muertes de menores de 5 años se relacionan con la desnutrición, siendo estas fatalidades más comunes en países de ingresos bajos y medianos. Paralelamente, en estos mismos países se están incrementando las alarmantes tasas de sobrepeso y obesidad entre la población infantil.
Hernández Rosiles subraya que los trastornos de alimentación en la infancia, como la falta de diversidad alimentaria y el desinterés por la comida, son lamentablemente frecuentes en los niños de la región, lo que a su vez afecta negativamente su desarrollo integral.
“Los trastornos por evitación/restricción de la ingesta de alimentos son comunes en niños pequeños, a partir del primer año de vida. Entre las características más recurrentes se encuentran la falta de diversidad alimentaria, la reluctancia a probar nuevos alimentos y la disminución del interés por la alimentación”, enfatiza.
Para abordar esta problemática, Hernández Rosiles destaca la importancia de proporcionar un tratamiento integral a los niños con trastornos alimentarios, identificando las causas subyacentes de estas conductas y promoviendo un ambiente positivo en torno a la comida.
“Es esencial enseñar a los padres a crear un ambiente positivo alrededor de la comida, fomentar hábitos alimenticios saludables sin recurrir a castigos y presentar de manera adecuada nuevos alimentos”, señala.Además, enfatiza que la alimentación de los niños debe ajustarse a sus requerimientos nutricionales diarios de acuerdo a su edad.
En esta misma línea, se preguntó acerca de las estrategias para combatir dicha problemática. En respuesta, la especialista subraya que la clave reside en ofrecer una dieta equilibrada y saludable, promoviendo momentos positivos en torno a la comida y eligiendo alimentos o suplementos nutricionales de alta calidad.
Hernández Rosiles hace hincapié en que es fundamental que las familias comprendan la importancia de una dieta adecuada en la vida de sus hijos desde una edad temprana.
“La niñez representa una ventana de oportunidad crítica que moldeará el futuro de los individuos a corto, mediano y largo plazo. Por lo tanto, es imperativo que las familias sean conscientes de la necesidad de brindar a sus hijos una alimentación adecuada y de supervisar su crecimiento y desarrollo desde las etapas más tempranas de la vida”, concluye.
Lactancia materna y artificial
La leche materna, reconocida como el alimento óptimo para los lactantes, suscita inquietudes relacionadas con su exclusividad durante los primeros 6 meses de vida, así como la continuidad de la lactancia materna tanto como sea posible en el desarrollo del bebé.
La nutrición temprana es esencial para el crecimiento y el bienestar de los niños, y estas consultas reflejan la búsqueda de orientación sobre cómo brindar la mejor nutrición posible a los pequeños desde los primeros momentos de sus vidas.