Tecnología

Cargar el cel en la cama

El efecto secundario que genera dormir con aparatos electrónicos tiene que ver con la 'hormona de sueño'.

13.10.2014

Estados Unidos

De acuerdo a un análisis, usar una computadora o un teléfono inteligente durante la noche podría ser el causante de algunos kilos de más.

Algunos expertos en Estados Unidos han advertido que hay una relación entre la exposición a la luz azul -emitida por los teléfonos inteligentes y las tabletas- y que perjudica el metabolismo y aumenta el hambre.

El efecto secundario que genera dormir con aparatos electrónicos tiene que ver con la 'hormona de sueño', la melatonina, que según remarcan los expertos se ve perjudicada por estas costumbres.

Los niveles saludables de melatonina promueven patrones de sueño regulares, que ayudan al cuerpo a convertir los alimentos y bebidas en energía de manera eficiente.

Si la producción de melatonina se ve afectada, los ciclos de sueño del cuerpo se alteran y esto detiene todo ese proceso de alimentos en el cuerpo que es tan eficiente.

Científicos de la Universidad de Granada, España, descubrieron que las inyecciones de melatonina ayudaron a combatir la obesidad y la diabetes en ratas mediante la regulación de sus sistemas. El nuevo estudio, llevado a cabo por expertos de la Universidad de Manchester, está analizando cómo la regulación de los patrones de sueño podría ayudar a los pacientes que ya tienen diabetes, una enfermedad a menudo vinculada con la obesidad.

Su trabajo está todavía en curso, pero hasta ahora el equipo ha encontrado un vínculo entre los patrones circadianos -la regulación de los relojes internos y el dormir- y enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Estudios estadounidenses previos ya han sugerido que el uso de una computadora o un teléfono inteligente en la noche puede causar aumento de peso, ya que aumenta los niveles de hambre incluso después de haber comido.

El coautor del estudio Ivy Cheung, de la Universidad de Northwestern, en Chicago, explica que la exposición a la luz tenue, se asoció con un aumento en el hambre que comenzó 15 minutos después del inicio de la luz y todavía se mantuvo presente casi dos horas después de la comida.