POSTA. Una posta policial en El Crique, en Tela, donde secuestraron a los 14 muchachos. Allí se los van a llevar con todo y patrullas. A quien deben enviar a esos lugares es al Ejército, o a las Fuerzas Especiales, no a chepitos desnutridos.
TONEL. Hombre, aunque los refundidores digan lo contrario, parece que esa sentencia de JOH les cayó, no como un balde, sino, como un tonel de agua fría. Los ilustres juraban y perjuraban que no se salvaba de dos o tres cadenas perpetuas.
JUEZ. De chascada, el juez yuca tampoco le cobró los 15 millones de verdecitos ni la multita, así es que, parece que el T les salió por la C.
REDUCEN. Ajá, dicen los cachurecos que todavía siguen al hombre -no los que ya se dieron vuelta- y qué tal si le va bien con la apelación de Renato o le reducen la pena por buen comportamiento, por “colaboración eficaz”, por trabajo social, en fin...
PARTO. Algunos penalistas serios, no los ideologizados, creen que en diez o menos años podría salir del mamo, no digamos si gana Trump, porque, como dicen que el juicio fue un parto del lado oscuro de la DEA y de los demócratas radicales de la costa este.
BOLIVIA. Andan pandos los Z de M, como les dice Milei, porque en Bolivia también les salió el tiro por la culata con el tal “golpe”. El presunto general “golpista” ya habló y jura que fue un autogolpe.
ORDEN. El power del Ejército boliviano jura que el domingo tuvo misa con Luis Arce, el presidente, y “me dijo que esta semana iba a estar muy jodida y era necesario hacer algo para levantar su popularidad, y me dio la orden de sacar los blindados”. Ja...je...ji...jo...ju...
CIA. Ajá, y los vagos del mentado Foro de Sao Paulo que andan por estos rumbos, incluido Albertico y Evito, ya le habían echado el muerto a la pobre CIA, a la mesa, al taburete y hasta al armario. Por eso dicen: “crea fama y échate a dormir”.
ADIÓS. Avisa Carlos Aguilar que va con todo con su movimiento en pos de la candidatura presidencial. Más gente cuerda, honesta y seria diciéndole adiós a Libre.
PERRA. Hombre, para que vean cómo está de perra la delincuencia, que asaltaron a los activistas de un precandidato cachureco y les peinaron las firmas que habían recolectado para inscribir el movimiento.
FIRMAS. Púchica, como dice aquel, si la delincuencia ya no perdona ni las firmas de un movimiento político, ahora habrá que caminar de espaldas a la pared, porque cuidadito y le roban aquel que dijimos.
