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Jonathan Rougier, portero de Motagua, se la juega en la repostería

Empujado por el ajuste salarial del Azul, el argentino creó el proyecto; “los recortes afectaron mucho”. ¿Clientes olimpistas? “Sí, me dicen que me vaya a Olimpia”

20.06.2020

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Si desde antes ya venía madurando la idea con su esposa, los ajustes salariales de Motagua debido a la crisis del coronavirus lo llevaron a arrancar con el proyecto de poner la repostería argentina a disposición de los hondureños.

“Fue un poco por las dos cosas, no voy a mentir... el club hizo sus recortes y afectó mucho, entonces eso fue como el último empujón para emprender el negocio. Eso de las medidas hizo que nos decidiéramos con todo”, confiesa Jonathan Rougier en medio del ajetreo. Y es que la nueva faceta le demanda mucho tiempo.

“Ayer a las 10:00 de la noche dejamos de hacer la mudanza y hoy arrancamos a las 6:00 de la mañana, y recién paramos para almorzar; ando con más ida y vuelta que Kevin López en la cancha ja, ja, ja”... Así es el trajín lejos de la portería y del fútbol para el portero titular de Motagua, quien en medio de la recesión de la pandemia decidió echar a andar Chu-Sweet.

“Chu es el apodo de mi esposa, de pequeña le decían Chuchi y a sus hermanas les costaba pronunciar esa palabra, por eso quedó Chu”, confiesa el cancerbero argentino, quien arrancó volando con su negocio.

¿Qué tal la aceptación de los hondureños con sus dulces argentinos?
“Nos sorprendió mucho porque creíamos que sí iba a pegar, pero nos sorprendió gratamente la magnitud que ha tomado. La gente nos pide muchísimo, los clientes nos escriben comentarios muy buenos”, relata Jonathan con palpable alegría.

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Tiene clientes olimpistas

Su producto endulza hasta el paladar de los propios aficionados olimpistas; “sí, han llegado muchos y me piden que vaya a jugar a Olimpia ja, ja, ja. Pero los olimpistas han sido muy respetuosos conmigo. Para el hincha, el fútbol es un día a la semana y después hay que ir a romperse el lomo para llevar el pan a la casa”.

Si bien, ya lo venían haciendo eventualmente, fue hasta en esta crisis cuando decidió buscar un ingreso extrafútbol.

“Los estábamos haciendo para eventos y para nosotros. Los amigos siempre nos pedían y nos decían: ‘¿Por qué no ponen una cafetería?’... y bueno, en este tiempo de pandemia las ideas como que fluyen más y decidimos intentar porque es algo que nos gusta a los dos: cocinar cosas dulces”, dice el meta de 32 años.

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Rougier y su esposa empezaron ofreciendo alfajores argentinos (especie de chilena, pero más gruesa, con otra masa y más dulce) y después agregaron helados artesanales y súper alfajores (más grandes y bañados en chocolate), así como arreglos para fechas especiales.

“Siempre me gustó cocinar y lo uso un poco para desenchufarme del fútbol. Siempre me ha gustado cocinarle a mi esposa y demás. El tema de los dulces también lo hago, pero ella es la más perfeccionista y detallista”, apunta el sudamericano.

Su repostería la ofrece tanto en su casa como a domicilio. Las redes sociales, sin duda, han sido una gran vía para llegar a la gente.

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La prioridad es el fútbol

“Nos gusta entregar productos frescos. Ya a las 6:00 de la mañana estamos amasando y horneando para después armar los paquetes. A las 8:30 AM ya salen los primeros pedidos. Todo está muy rico, eh... Yo estoy deseando que termine la cuarentena porque voy a volver rodando al entrenamiento ja, ja, ja”, cuenta entre risas.

¿Pero acaso ha descuidado el físico ja, ja, ja?
“No, la verdad que me controlo bastante bien, aunque en este último tiempo no he podido hacer tanto ejercicio porque el negocio nos ha demandado mucho”, revela antes de contar que no ha podido ver un partido completo en la televisión.

“He visto resúmenes. Jugadores que son súper estrellas y que tienen todo para entrenar día a día, como cancha de fútbol en su casa, los vi volver a jugar y algunos parecían amateurs. Si a ellos les costó, imagínese a nosotros que vivimos en un apartamento desde hace tres meses”. Por eso, en medio del ajetreo de Chu-Sweet, debe “hacerse tiempo porque hay que entrenar; si Dios quiere, dentro de unos 20 días vamos a iniciar los entrenamientos y hay que volver en buena forma”.

Y es que por más que les esté yendo bien con la cocina, su prioridad se centra en la redonda. “Obvio que voy a priorizar la parte deportiva porque estamos aquí por eso y sin duda que lo primordial va a ser el fútbol, el club, los entrenamientos y los descansos. Mi esposa va a estar más enfocada en el negocio y quizá no tanto en atenderme como lo hacía antes”, reconoció.

Lo cierto es que Rougier no solo vuela en el marco motagüense... también lo hace en los negocios.

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