MÚNICH, ALEMANIA
Joachim Löw, el seleccionador de Alemania, mantenido en el puesto pese a la humillación de la eliminación en la primera fase del Mundial-2018, sabe que en los próximos partidos ante Francia y Perú, en esta ventana internacional de septiembre, se juega gran parte del crédito perdido.
Ante los franceses será en el arranque de la Liga de Naciones, el jueves en Múnich, mientras que contra Perú será en un amistoso el domingo, aunque con la presión de conseguir nuevos resultados para empezar a pasar cuanto antes la página de Rusia.
'Después del desastre del Mundial, Francia podría ser para Löw un instrumento del destino', profetiza la web Sport.de, en alusión al partido contra la selección que le ha sucedido como campeona del mundo.
'Si perdemos ese partido y el de Perú, será muy difícil continuar así', apunta el exinternacional Dieter Hamann, actualmente comentarista de la televisión Sky.
En un ejercicio de autocrítica poco habitual en un entrenador de alto nivel, 'Jogi' Löw admitió la pasada semana dos 'errores' en su gestión de la preparación mundialista: una 'arrogancia' táctica, por haber querido jugar un fútbol demasiado perfecto con un sistema de posesión y 'dominio absoluto', y una incapacidad para volver a encender 'el fuego y la pasión' que condujeron al título en el Mundial de Brasil-2014.
'Un entrenador obligado a ese tipo de confesiones, si no está despedido, sabe cuando menos que tiene que corregir el rumbo', comenta la revista Kicker, la 'Biblia' del fútbol alemán.
- Los héroes de Maracaná -
El seleccionador de 58 años no ha admitido, por contra, errores en la elección de sus jugadores.
En su opinión, los supervivientes del plantel de 2014 siguen siendo jugadores de gran talento y deberían todavía seguir formando parte del esqueleto de la selección en esta nueva etapa.
El único 'histórico' destacado en haber quedado fuera de la lista es Sami Khedira. Mesut Özil se autoexcluyó al renunciar en julio a volver a jugar con la Mannschaft, después de la polémica sobre sus raíces turcas y su compromiso con los valores alemanes.
Para los que quedan (Manuel Neuer, Mats Hummels, Jerome Boateng, Toni Kroos, Thomas Müller), el partido ante Francia es mucho más que un simple partido.
Un nuevo fracaso en la Liga de Naciones, la nueva competición UEFA, acercaría a esa generación hacia la puerta de salida, mientras que lograr buenos resultados, ya desde el inicio, daría un balón de oxígeno para intentar avanzar hacia la Eurocopa-2020, con ánimo de revancha.
'Francia no es cualquier equipo, una victoria ante ellos sería un paso de gigante en nuestro camino para superar nuestra enorme derrota (del Mundial)', admitió Müller.
'Los que jueguen estarán totalmente motivados, hay cosas que tenemos que hacernos perdonar', reconoció el arquero y capitán Manuel Neuer, uno de los jugadores que jugará 'en casa' el jueves en Múnich, en el estadio de su Bayern.
- Confianza perdida -
Löw es consciente de que haber sido mantenido en el cargo no es sinónimo de un cheque en blanco, sino precisamente de lo contrario: un examen constante y un seguimiento exhaustivo de cada gesto, cada decisión, cada acierto o error.
La prensa alemana habla abiertamente de la posibilidad de un relevo en el banquillo nacional, después de doce años en el cargo. En la Federación Alemana de Fútbol (DFB) hay quien admite, de momento bajo protección de anonimato, que el técnico está casi a prueba.
La confianza de los aficionados también parece haberse evaporado: sólo un 27% de los hinchas de fútbol de Alemania responde 'Sí' o 'Más bien sí' a la pregunta de saber si el equipo puede volver al camino del éxito con Löw en el banquillo, según un sondeo realizado el 29 de agosto por el Instituto Civey.
Las reacciones del público de Múnich, históricamente un lugar talismán para la selección alemana, servirán de indicador para ver si el divorcio entre el entrenador y la grada es una realidad o todavía se puede reconducir la relación.
'Estamos bajo una fuerte presión', reconoce Löw, 'pero estoy convencido de nuestra clase y seguro de que vamos a conseguir levantarnos. Nos tomamos esta Liga de Naciones muy en serio', asegura.
Joachim Löw, el seleccionador de Alemania, mantenido en el puesto pese a la humillación de la eliminación en la primera fase del Mundial-2018, sabe que en los próximos partidos ante Francia y Perú, en esta ventana internacional de septiembre, se juega gran parte del crédito perdido.
Ante los franceses será en el arranque de la Liga de Naciones, el jueves en Múnich, mientras que contra Perú será en un amistoso el domingo, aunque con la presión de conseguir nuevos resultados para empezar a pasar cuanto antes la página de Rusia.
'Después del desastre del Mundial, Francia podría ser para Löw un instrumento del destino', profetiza la web Sport.de, en alusión al partido contra la selección que le ha sucedido como campeona del mundo.
'Si perdemos ese partido y el de Perú, será muy difícil continuar así', apunta el exinternacional Dieter Hamann, actualmente comentarista de la televisión Sky.
En un ejercicio de autocrítica poco habitual en un entrenador de alto nivel, 'Jogi' Löw admitió la pasada semana dos 'errores' en su gestión de la preparación mundialista: una 'arrogancia' táctica, por haber querido jugar un fútbol demasiado perfecto con un sistema de posesión y 'dominio absoluto', y una incapacidad para volver a encender 'el fuego y la pasión' que condujeron al título en el Mundial de Brasil-2014.
'Un entrenador obligado a ese tipo de confesiones, si no está despedido, sabe cuando menos que tiene que corregir el rumbo', comenta la revista Kicker, la 'Biblia' del fútbol alemán.
- Los héroes de Maracaná -
El seleccionador de 58 años no ha admitido, por contra, errores en la elección de sus jugadores.
En su opinión, los supervivientes del plantel de 2014 siguen siendo jugadores de gran talento y deberían todavía seguir formando parte del esqueleto de la selección en esta nueva etapa.
El único 'histórico' destacado en haber quedado fuera de la lista es Sami Khedira. Mesut Özil se autoexcluyó al renunciar en julio a volver a jugar con la Mannschaft, después de la polémica sobre sus raíces turcas y su compromiso con los valores alemanes.
Para los que quedan (Manuel Neuer, Mats Hummels, Jerome Boateng, Toni Kroos, Thomas Müller), el partido ante Francia es mucho más que un simple partido.
Un nuevo fracaso en la Liga de Naciones, la nueva competición UEFA, acercaría a esa generación hacia la puerta de salida, mientras que lograr buenos resultados, ya desde el inicio, daría un balón de oxígeno para intentar avanzar hacia la Eurocopa-2020, con ánimo de revancha.
'Francia no es cualquier equipo, una victoria ante ellos sería un paso de gigante en nuestro camino para superar nuestra enorme derrota (del Mundial)', admitió Müller.
'Los que jueguen estarán totalmente motivados, hay cosas que tenemos que hacernos perdonar', reconoció el arquero y capitán Manuel Neuer, uno de los jugadores que jugará 'en casa' el jueves en Múnich, en el estadio de su Bayern.
- Confianza perdida -
Löw es consciente de que haber sido mantenido en el cargo no es sinónimo de un cheque en blanco, sino precisamente de lo contrario: un examen constante y un seguimiento exhaustivo de cada gesto, cada decisión, cada acierto o error.
La prensa alemana habla abiertamente de la posibilidad de un relevo en el banquillo nacional, después de doce años en el cargo. En la Federación Alemana de Fútbol (DFB) hay quien admite, de momento bajo protección de anonimato, que el técnico está casi a prueba.
La confianza de los aficionados también parece haberse evaporado: sólo un 27% de los hinchas de fútbol de Alemania responde 'Sí' o 'Más bien sí' a la pregunta de saber si el equipo puede volver al camino del éxito con Löw en el banquillo, según un sondeo realizado el 29 de agosto por el Instituto Civey.
Las reacciones del público de Múnich, históricamente un lugar talismán para la selección alemana, servirán de indicador para ver si el divorcio entre el entrenador y la grada es una realidad o todavía se puede reconducir la relación.
'Estamos bajo una fuerte presión', reconoce Löw, 'pero estoy convencido de nuestra clase y seguro de que vamos a conseguir levantarnos. Nos tomamos esta Liga de Naciones muy en serio', asegura.