Recordado por su agilidad por la banda derecha del Real Madrid, entre 2005 y 2007, Cícero João de Cezare o simplemente Cicinho, es un exjugador brasileño que dejó huella en el equipo blanco, pero de acuerdo con sus últimas declaraciones, fue su estadía en el club Merengue la que lo marcó.
Cicinho ha confesado al programa de la cadena Fox 'Aquí com Benja', que sufrió alcoholismo y su situación empeoró cuando estaba en el Madrid.
'Era un alcohólico porque no era capaz de beber sólo una cerveza. Sino bebía hasta caer al suelo no bebía. Cuando llegué al Real Madrid se me fue de las manos', dijo el exjugador.
Agregó que 'ahí bebía mucho, pero no era de noche. Algún periodista me veía bebiendo, pero la buena racha que vivía el equipo maquillaba la situación'.
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Las consecuenciasAdemás de la inestabilidad emocional que le representaba esta situación, las huellas de esta etapa de su vida parecen ser eternas.
Y es que el 11 de aquella generación Merengue se realizaba tatuajes como una manera de buscar paz.
'Me siento incómodo con mis tatuajes. Me los hacía bajo los efectos del alcohol. Yo bebía porque odio el dolor y lo necesitaba para tatuarme. No lo escondía. Pensaba que los tatuajes me iban a traer paz. Y no es así. Me imagino con 60 años comiendo bizcocho y lleno de tatuajes', expresó.
En su cuerpo, Cicinho, cuenta con al menos 30 tatuajes.
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