Madrid, España.- El Madrid preparó la final ante el Bayern cantando el “¡¡¡campeones, campeones!!!” ante el Cádiz, en una celebración anticipada por la falta de cintura con los horarios en esta jornada.
¡Qué habría costado que el Madrid-Cádiz y el Girona-Barça se hubiesen jugado a la misma hora! El negocio impide que el campeón festeje sobre el césped y que los aficionados vean a sus jugadores con el trofeo. A saber cuándo recibe la copa, que esa es otra...
El caso es que el Madrid encargó LaLiga en un Bernabéu a reventar por medio de Brahim, que marcó el primero y regaló el segundo a Bellingham. Fue una tarde perfecta, un partido plácido que además del campeonato confirmó otras muchas cosas: Güler es un elegido y va a vender muchas entradas, porque verle jugar es una delicia; Bellingham quiere el Pichichi, a Modric hay que renovarle y Vinicius cada día es mejor.
El portero belga regresó a los terrenos de juego nueve meses después. Parecía imposible después de la rotura de menisco que sufrió a finales de marzo, cuando el cruzado ya estaba practicamente recuperado, pero Courtois se propuso jugar esta temporada sí o sí lo ha conseguido.
Y ojo que la peor temporada de su carrera no acabe con la titularidad en la final de la Champions, porque si Ancelotti ya le ha empezado a poner es por algo. Ante el Cádiz demostró que es un portero único, sacando en el 49’ un mano a mano con Chris Ramos que fue fundamental para que el partido no se le complicara a los blancos.
La tarde fue redonda para Bellingham. El inglés jugó media hora para rodarse un poco de cara a la final del miércoles ante el Bayern y marcó un gol que le permite seguir soñando por el Pichichi. Jude suma 18 goles, por los 19 con los que empezó la jornada Dovbyk.
El foco del Madrid ya está en la Champions, pero el inglés no oculta que quiere el Pichichi en su primera temporada en España. Y viendo los registros en los que se están moviendo los delanteros esta temporada parece difícil que vaya a tener una oportunidad como ésta.