Las empresas que han tenido pérdidas millonarias a lo largo de trece semanas desde que llegó la pandemia al país se dedicaron esta semana a preparar las condiciones de bioseguridad y la logística necesaria para facilitar el trabajo.
En coordinación con todas las fuerzas productivas y con representantes de los sectores organizados, el gobierno decidió reabrir los negocios pero de una manera “inteligente” y “gradual” porque, de no hacerlo, la economía puede colapsar y las consecuencias serán mayores, según los entendidos.
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“Hemos estado trece semanas cerrados, la mayoría de las empresas, no importa su tamaño, no resisten más el confinamiento en el que hemos estado”, justificó Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT).
“El comercio en general no puede resistir más, la sangre, el oxígeno de cualquier empresa, (su) liquidez, es el efectivo que logra a través de las ventas y la recuperación de las cuentas por cobrar”, añadió.
Ahora dependerá del cuido personal de cada trabajador o cualquier hondureño en general que ande en la calle, que use obligatoriamente su mascarilla para protegerse, tanto él como con las personas con las cuales estará en contacto.
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A lo largo de este confinamiento más 700 empresas se vieron en la necesidad de suspender alrededor de 150 mil trabajadores, mientras otros miles perdieron sus fuentes de empleo, según fuentes del ministerio del Trabajo y de la empresa privada.
En los últimos diez años el sector privado generó unas 400 mil fuentes de trabajo y “si se pierden estos empleos significaría que retrocedemos diez años a los niveles de empleo que teníamos en el 2010”, alertó el director ejecutivo de la CCIT.
Reactivación por regiones
La de mañana esta considerada como una “reapertura inteligente, responsable, ordenada y solidaria de la economía y las actividades sociales”.El plan de rehabilitación de la economía está diferenciado en tres regiones: Uno, dos y tres.
La primera debe atender los criterios de “baja incidencia positiva y baja densidad poblacional”; la dos “con mediana incidencia positiva y mediana densidad poblacional” y la tercera región debe tener una “alta incidencia positiva y alta densidad poblacional”.
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La reactivación de la economía será de manera progresiva incorporando a sus trabajadores por fases. Por ejemplo, la región tres, con altos casos de coronavirus y con una población alta, comenzará con un 20 por ciento de la masa laboral. Luego vendrán en esta misma región “avances de 20% en períodos de 14 días, llegando al 100 por ciento en un período total de 75 días”.
La región dos iniciará con un 40 por ciento de sus empleados con avances del 20 por ciento “hasta llegar a 100 en un período total de 60 días”. Y la región uno, o sea la menos poblada y con menos casos, iniciará sus actividades con un 60 por ciento de sus trabajadores hasta completar el cien por ciento en 45 días.
Las empresas deberán tramitar salvoconductos para sus empleados y disponer de todas las medidas de protección para sus empleados y clientes. Las que no lo hagan “se levantará acta donde se define un cierre temporal, se le darán de dos a tres días para que cumpla con el procedimiento y si no lo llegar a cumplir tendrá un cierre hasta que termine la pandemia”, advirtió el ministro del trabajo, Carlos Madero.
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