En -7.7% del Producto Interno Bruto (PIB) fue el déficit fiscal registrado en 2013, el más alto reportado en los últimos 15 años, según un informe realizado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
El documento, que se denomina “Análisis de los compromisos y desafíos del nuevo gobierno de Honduras, presidido por Juan Orlando Hernández”, resalta que el presupuesto público del año anterior contabilizó este déficit fiscal como resultado de una insuficiente carga tributaria (14.3% del PIB) y de un gasto público “creciente y poco transparente”.
Según el Icefi, en el ámbito fiscal, la deuda pública superó el 40% del Producto Interno Bruto (PIB), un indicador de deuda razonable para un país como Honduras, para cerrar en torno al 42.5% del PIB, equivalente a 7,400 millones de dólares. “Es precisamente por esto que uno de los urgentes desafíos a enfrentar en el inicio del nuevo gobierno será el ordenamiento de las finanzas públicas”, según este análisis.
Además, según cifras del Presupuesto General de la República aprobado en 2014, el déficit fiscal se estima en 4.7% del PIB. Al respecto, el presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Roldán Duarte, indica que este indicador supera la aspiración de tener un déficit fiscal de 3%, que es lo adecuado para naciones como Honduras.
Impuestos
Según el documento del Icefi, el ajuste fiscal que se realizará a través de la Ley de Ordenamiento de las Fianzas Públicas, Control de las
Exoneraciones y Medidas Antievasión se realizará dentro de una economía con un débil crecimiento y en un contexto internacional que exhibe un acceso restrictivo al financiamiento por su alto costo, dada la calificación de riesgo de Honduras y la tendencia de las tasas de interés a aumentar en el mercado mundial.
En cuanto a los ingresos fiscales, indica el documento, el presidente Hernández se verá favorecido por la reciente reforma tributaria aprobada por la administración saliente de Porfirio Lobo Sosa, que se prevé tenga un rendimiento de 13,500 millones de Lempiras (3.3 por ciento del PIB).
No obstante, en los gastos presupuestados para 2014 no se contempla esfuerzos para una evaluación sobre su calidad, efectividad y transparencia.