TEGUCIGALPA, HONDURAS
La producción y venta ilegal de licores representa para el fisco hondureño dejar de percibir 90 millones de lempiras anuales en impuestos.
Así lo estiman cifras oficiales proporcionadas a EL HERALDO. Los aguardientes que se fabrican en el país pagan un impuesto de producción que oscila entre 7.78 y 15.75 lempiras por litro, el que varía según el grado alcohólico del producto.
El año pasado, la producción de aguardientes y licores fue de 16.7 millones de litros, menor que los 17.7 millones de 2016. El usado es importado de países como Guatemala y Nicaragua.
No obstante, las destilerías clandestinas y un pequeño grupo de fábricas que supuestamente operan de manera legal evaden el pago de este impuesto.
Cada año se revisa el valor del impuesto de producción, el que está indexado a la tasa de inflación del Banco Central de Honduras (BCH). A lo anterior se agrega el 15% del Impuesto Sobre Ventas (ISV).
En 2016, la producción de bebidas alcohólicas generó 190.3 millones de lempiras en impuestos y 192.1 millones en 2017.
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Evasión fiscal
La operación clandestina de destilerías y de otras que funcionan al margen de la ley generan al fisco millonarias pérdidas por el no pago de impuestos.
Este medio de comunicación tuvo acceso a facturas que usan distribuidores de licores que no son las autorizadas por el Servicio de Administración de Rentas (SAR).
Los documentos fiscales son usados en municipios de la zona suroriental del país como El Triunfo y Concepción de María en Choluteca; Alauca, Yauyupe, Vado Ancho, Trojes, Potrerillos y San Matías en El Paraíso. En esos lugares la caja de 12 litros plástico, con un contenido alcohólico de 30 grados lusac, tiene un costo de 370 lempiras, o sea 31 lempiras por unidad. Al consumidor el precio oscila entre 40 y 45 lempiras el litro.
Se consultó con la ministra directora de Ingresos, Miriam Guzmán, sobre el comercio ilegal de bebidas alcohólicas y el impacto en el fisco, sin embargo, la funcionaria no respondió las interrogantes enviadas a su teléfono celular.
Tampoco el SAR se negó a proporcionar información sobre algunas destilerías autorizadas por la Secretaría de Finanzas que no están cumpliendo con sus obligaciones tributarias.
Sin registro sanitario
EL HERALDO solicitó a la Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa) los registros sanitarios de aguardientes que se están vendiendo en el mercado nacional a bajos precios.
Uno de los productos consultados que se comercializa en el país es la marca Cañaveral, el que fabrica Industrias Santa Fe S. de R. L. de San Pedro Sula. La respuesta de la Arsa fue que Cañaveral no tiene registro autorizado, pero en su viñeta sí lo tiene impreso (0801-A-0715-0049519). También se comprobó que esa misma empresa distribuye dos marcas Trono y Uno bajo el mismo registro sanitario (0801-A-615-0034613).
Funcionarios de la Agencia de Regulación Sanitaria declararon que es al Ministerio Público al que le corresponde el decomiso de los licores que no cumplen con los requisitos para su comercialización. En julio de 2014 se reportó la muerte de 17 personas por la supuesta ingesta de aguardiente adulterado en los municipios de Siguatepeque y La Paz.