TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La ENEE sigue siendo el principal desafío fiscal del gobierno de Honduras, ya que las finanzas de la empresa se han deteriorado bruscamente a pesar del apoyo del gobierno central en 2017.
Esta es la principal conclusión del extenso documento que contiene la revisión de la del Artículo IV 2018 que realizó la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI) y al cual tuvo acceso EL HERALDO.
No obstante, el FMI destaca que en los últimos cuatro años, las autoridades alcanzaron un progreso significativo en la consolidación financiera de ENEE posición.
Entre las acciones están la reducción de pérdidas no técnicas, el recorte del 60% de la fuerza de trabajo, los ajustes trimestrales de la tarifa y la creación de una nueva Secretaría de Energía para apoyar la implementación de la reforma del sector eléctrico.
El año pasado la Secretaría de Finanzas (Sefin) colocó 700 millones de dólares en bonos soberanos para apoyar las finanzas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, especialmente para el pago de los generadores, sin embargo, la deuda se ha vuelto a disparar.
Además el gobierno hondureño ha creado la Mesa de Energía con la participación pública y privada, y de esa instancia se espera una propuesta para el rescate financiero de la ENEE y el ordenamiento del mercado eléctrico del país.
No obstante, de esa iniciativa lanzada hace cuatro meses no hay hasta la fecha una propuesta para lograr los objetivos anunciados.
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Problemas
El análisis de los expertos del Fondo Monetario identifica una serie de problemas estructurales en la ENEE que requieren de la intervención del gobierno.
“Si bien se han logrado avances importantes en fortalecer la posición financiera de ENEE durante la administración anterior, algunos problemas estructurales seguir arrastrando las finanzas de la empresa”, subraya el FMI.
Entre ellos enumera los contratos de energía, los que restringen la autonomía operativa de estatal eléctrica para minimizar los costos en compras de electricidad.
También las pérdidas de electricidad, la que a finales de 2017 se encontraban en 31%, aún demasiado alto como para garantizar una solidez para la ENEE.
Además, las grandes cuentas no pagadas de entidades públicos, las que debido a las malas prácticas presupuestarias mantienen una morosidad de 0.5% del PIB.
Las acciones
Para el FMI, la ENEE necesita un plan integral para abordar estos problemas junto con acciones inmediatas para restaurar su posición financiera, incluido el ajuste de las tarifas de electricidad y una reducción más rápida en pérdidas de electricidad.
“Se requieren reformas en el sector energético para fortalecer las finanzas de ENEE y fomentar la competencia en la electricidad mercado”, subraya.
“Las autoridades se comprometen a garantizar la sostenibilidad financiera de ENEE mediante implementar un plan y evaluar el alcance de una amplia gama de acciones, incluido la rápida reducción de las pérdidas de electricidad no técnicas”, concluye el análisis del FMI.