TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La constante caída del precio internacional, las plagas y el cambio climático profundizan la crisis de la caficultura hondureña.
Ante esa situación, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) decidió aprobar nuevas medidas temporales de alivio.
Los deudores dedicados a las actividades cafetaleras no han podido recuperar o estabilizar sus flujos de efectivo, por lo que se prevé un impacto negativo en su capacidad de pago, lo que produciría atrasos en la recuperación normal de las obligaciones crediticias otorgadas por las instituciones supervisadas a dicho sector, subraya la CNBS en la resolución GES-290-02-2019.
La deuda
Según la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, los préstamos a la producción y comercialización del café registran un saldo de 6.255.4 millones de lempiras, los que corresponden a 60,637 productores. Agrega que al amparo de los mecanismos de alivio de deuda se han refinanciado a 1,216 productores y comercializadores, principalmente a micro y pequeños cafetaleros con un saldo de 339.9 millones de lempiras.
Señala que el 98.7% del saldo de los créditos incluidos en el mecanismo de alivio de refinanciamiento están clasificados como créditos buenos en
categorías de riesgos I y II.
A partir de la entrada en vigencia de la resolución en el período de mayo 2018 a febrero 2019, se ha otorgado créditos a 25,677 deudores con un saldo de 3.972.4 millones de lempiras. De estos nuevos créditos, se han financiado 23,419 microcafetaleros, 2,602 pequeños y ocho grandes productores.
Nuevas medidas
Entre esas se mencionan que las instituciones supervisadas por la CNBS, previa identificación y evaluación, podrán refinanciar o readecuar las obligaciones crediticias a los deudores afectados o susceptibles de afectación por los eventos citados anteriormente, tanto a nivel de productores como comercializadores, de tal forma que se asegure el flujo de recursos necesarios para hacerle frente a dichas obligaciones crediticias.
Los nuevos planes de pago aprobados por las instituciones supervisadas deben estar acorde con las condiciones del deudor, fundamentados en el análisis de los flujos futuros que generará el negocio.
En el caso particular de los comercializadores, se considerarán únicamente dentro de este beneficio aquellos créditos que correspondan a cuentas por cobrar relacionadas con los financiamientos directos otorgados por estos a los productores. Lo anterior con el propósito de asegurar el flujo de recursos nuevos para mantener la operatividad de su actividad
de comercialización.
Otra de las novedades es que las solicitudes presentadas por los deudores afectados tendrán como fecha máxima para ser resueltas por las instituciones supervisadas hasta el 30 de
septiembre de 2019.
Las operaciones crediticias refinanciadas a productores de café bajo los mecanismos temporales conservarán hasta el mes de mayo de 2020 la categoría de riesgo II si corresponde a su primer refinanciamiento y la categoría de riesgo que mantenían al 31 de marzo de 2019, a partir del segundo refinanciamiento.
