TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego de que un equipo técnico del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) iniciara una auditoría a los 20 millones de dólares que otorgó Taiwán para los productores, los directivos del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) informaron que están colaborando para que se realice en debida forma.
Mediante un comunicado, la institución informó que desde el 20 de febrero se reunieron con los funcionarios del TSC, cuando les presentaron los estados financieros.
Según el documento, los directivos del Ihcafé manifestaron su interés de que se realizara un proceso de revisión objetivo y transparente de los fondos captados por el Ihcafé.
“Tanto la junta directiva como la administración están colaborando para que las actividades se realicen en debida forma”, agrega.
Sin embargo, aunque sabían que el TSC y la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) debieron fiscalizar dos préstamos, no solicitaron las auditorías respectivas.
Representantes de los productores de café consideran que los directivos del Ihcafé “se están curando en salud” ante la intervención del TSC, la que solo fue posible después de las protestas realizadas.
Vea: TSC inicia auditoría de 20 millones de dólares en Ihcafé
El préstamo de 20 millones de dólares (490 millones de lempiras a cambio actual) con fondos de Taiwán fueron otorgados en 2002 mediante Decreto 297-2002.
El financiamiento fue condonado por Taiwán en 2011, pero los productores lo continuaron pagando supuestamente para crear el Instituto de Previsión del Caficultor.
Asimismo, existe otro préstamo de 653 millones de lempiras que emitió la Secretaría de Finanzas (Sefin) para crear el Programa de Apoyo Económico (PAE) mediante Decreto 143-2008.
Sobre este último, los productores exigen una exhaustiva auditoría como la que actualmente se realiza con los recursos donados por Taiwán.
Los productores
El café es el principal producto de exportación de Honduras con más de nueve millones de quintales exportados y 1,300 millones de dólares generados.
Son más de 130,000 familias las que dependen del café y los bajos precios mantienen al 95% de ellas en crisis económica.
Por otra parte, el apoyo financiero y técnico son muy bajos para resolver la problemática.
