L 636 millones gastó gobierno de Honduras en comprar vehículos nuevos en 9 años

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Estado de Honduras ha gastado en los últimos nueve años más de 636 millones de lempiras en comprar vehículos completamente nuevos para las distintas instituciones, pero muchos se deterioran rápido.

Al menos así lo refleja un análisis realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus luego de revisar los reportes de la Dirección Nacional de Bienes del Estado (DNBE) sobre la adquisición de carros por parte de las instituciones centralizadas y descentralizadas.

La queja de algunos exfuncionarios es que los autos del Estado son utilizados por el personal para dejar niños a escuelas, transportan materiales de construcción y hasta circulan en zonas turísticas los fines de semana y días feriados.

Algunos se reconocen porque tienen insignias que pertenecen al Estado de Honduras, pero otros circulan sin ningún logotipo que los identifique, facilitando más el uso inadecuado.

Exfuncionarios de la Dirección Nacional de Bienes del Estado señalaron que el problema no solo es que los empleados ocupen los vehículos públicos para realizar diligencias personales, sino que los descuidan y por falta de mantenimiento rápido los deterioran.

La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus comprobó, por medio de la solicitud de información SOL-DNBE-40-2023, el millonario gasto en la compra de carros nuevos en los últimos nueve años y lo que va de 2023.

De enero de 2014 a marzo de 2023 (que abarcan tres gobiernos: dos períodos de Juan Orlando Hernández y el presente de Xiomara Castro) se han desembolsado un total de 636,546,804 lempiras para la adquisición de vehículos completamente nuevos.

Dentro de las unidades adquiridas hay carros pick-up todo terreno, microbuses, camiones de carga y cisternas, camionetas de lujo, vehículos Quad, es decir, cuatrimotos, motocicletas, tricimotos y hasta una mototaxis.

También se ha adquirido autobuses, volquetas, tractores agrícolas, furgonetas y ambulancias, todos los carros destinados para diversas instituciones, de acuerdo a la información de la DNBE.

Para el caso, en 2014 se ejecutaron más de 71 millones de lempiras en la compra de carros, luego, en el 2015 la cifra aumentó a 78.1 millones y en el año 2016 la inversión bajó, con apenas 28.3 millones, establecen los datos.

Llegó 2017 con un presupuesto súper elevado para adquisición de vehículos estatales, con un total de 136.6 millones de lempiras, evidencian los datos públicos.

Esta es la inversión más grande durante los nueve años analizados sobre la compra de carros con recursos públicos, doblando las cantidades de los años anteriores y siguientes.

Para el caso, en 2018 la inversión fue de 26.2 millones de lempiras, muy por debajo del año anterior, mientras que para el 2019 se destinaron 47.4 millones.

En 2020, cuando la pandemia por covid-19 sorprendió al mundo y por supuesto a Honduras, el gobierno destinó más de 78.1 millones de lempiras para la compra de carros nuevos.

Lo anterior indica que mientras las instituciones estaban cerradas debido a las restricciones de circulación, el gobierno destinaba millonarios recursos para comprar vehículos de nueva generación.

En 2021, cuando el país comenzaba a dar los primeros pasos para enfrentar la crisis económica generada por el covid-19, y enfrentaría al cierre del año las elecciones generales, se gastaron más de 97.2 millones de lempiras en adquisición de automóviles.

El nuevo gobierno no se ha quedado atrás, debido a que en su primer año en la administración de los recursos públicos, es decir, en el 2022, erogaron 53.1 millones de lempiras en compra de carros.

La tendencia sigue en 2023, debido a que hasta marzo, cuando fue proporcionada la información, las autoridades habían ejecutado más de 20 millones de lempiras para este fin.

Lo anterior evidencia que el actual gobierno ha gastado más de 73.2 millones de lempiras en la compra de vehículos nuevos en menos de dos años de gobierno.

Las cifras, además, exponen que en automotores todo terreno, es decir, pick-up, se compraron 453 unidades, a un precio de 299.9 millones, con un costo promedio de 662,130 lempiras por carro.

En motocicletas la inversión fue de 18.5 millones, con un costo promedio de 91,654 lempiras, debido a que en total se compraron 202 unidades.

Asimismo, se compraron 33 microbuses con una inversión de 27.2 millones, es decir, que el precio promedio de las unidades fue de 825,880 lempiras cada una.

También se compraron 25 camiones de carga a un costo de 10.6 millones de lempiras, teniendo un costo promedio cada vehículo de 426,052 lempiras, establece el informe.

Una de las inversiones más grandes fue en la compra de camiones cisternas, pues en 21 unidades se gastaron más de 150.5 millones de lempiras, con un costo promedio de 7.1 millones de lempiras cada uno.

En 20 cuatrimotos se ejecutaron 7.2 millones de lempiras, con un precio promedio de 364,138 lempiras por unidad, mientras que en vehículos Quad, que son de la misma modalidad, en la adquisición de 10 unidades se gastaron 4.5 millones de lempiras, con un precio de 454,436 lempiras cada una.

En la compra de camionetas durante los últimos nueve años, según los reportes de la DNBE, se ejecutaron 14.5 millones, con un precio promedio de 911,564 lempiras cada una.

Además se compraron autobuses y en 10 unidades la inversión fue de 17.5 millones de lempiras, con un costo promedio de 1.7 millones de lempiras de cada uno.

Igualmente, en inventario están nueve trimotos con un costo de 921,470, es decir, 102,386 lempiras cada una, y dos tricimotos, por los cuales se ejecutaron 110,000 lempiras, a un costo de 55,000 cada una.

Asimismo, en la compra de cinco volquetas se ejecutaron 17.6 millones de lempiras, a un precio promedio de 3.5 millones cada una. De igual forma, en la compra de tres tractores agrícolas se gastaron 1.6 millones a un precio de 535,254 lempiras cada uno.

En dos furgonetas se invirtieron 876,459 lempiras, a un costo promedio de 438,230 lempiras, asimismo, dos camiones costaron más de 3.5 millones de lempiras, con un precio de más de 1.7 millones cada uno.

También aparece otra camioneta todo terreno comprada por más de 1.3 millones, un tractor monocultor por 78,200 lempiras y una mototaxi por 73,214 lempiras.

En dos camiones de rescate pesado el costo fue de más de 21.3 millones de lempiras, es decir, 10.6 millones cada uno, y en otro camión de Bomberos para materiales peligrosos el pago fue superior a los 6.6 millones de lempiras.

Felipe Morales, exdirector de la DNBE, declaró a la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus que en algunos años el gobierno hizo una compra conjunta, es decir, era una sola licitación para todas las instituciones del Estado.

Explicó que la DNBE se encargaba de que cuando una institución compraba un vehículo se pusiera en el inventario, para asegurarse que cada unidad quedara debidamente registrada.

Cuando un carro tenía un accidente y quedaba irreparable o se dañaba, las instituciones ponían el equipo a disposición del Estado para la subasta de chatarra.

Aseguró que cuando él estuvo en la dirección, nunca se vendieron vehículos enteros como chatarra. El proceso era partir el chasis y las cabinas de los autos. Tampoco se vendían los motores enteros.

Además, inmediatamente que un carro se vendía como chatarra se informaba al Instituto de la Propiedad (IP) para evitar que siguiera circulando en el país.

Sobre los cuidados de los carros, lamentó que es algo bien complejo, porque hay instituciones que sí cuidan los vehículos, pero hay otras donde ocurre totalmente lo contrario.

Al grado que en algunos casos se tuvo que pedir la intervención de Tribunal Superior de Cuentas (TSC) porque los vehículos eran utilizados para fines particulares, lamentó.

Señaló que hay funcionarios que utilizan los automóviles del Estado como que si fueran de ellos “y tengo la impresión que está ocurriendo en la última época, porque no hay los mismos criterios que se veían antes”.

Externó que hay muchas instituciones que tienen vehículos recientes ya destruidos porque no les dan el mantenimiento adecuado y porque se los dan a personas que no están capacitadas para manejarlos.

Es por eso que siempre se exigía que los carros del Estado estuvieran asegurados, con cobertura contra accidente, para que, en el caso de que sea necesario, las aseguradoras hicieran la reposición del vehículo.

Precisó que lo más recomendable es tener motoristas calificados y que ellos se hagan responsables del uso de la unidad, es decir, de estar pendiente del mantenimiento y cuidado.

También el TSC tiene que redoblar y realizar más operativos e informes para asegurarse que los vehículos del Estado se utilicen para asuntos oficiales y no para realizar mandados personales.