Educación todavía no recupera a estudiantes perdidos antes de la pandemia
Las estrategias del gobierno para incentivar que los niños regresen a las escuelas son muy pobres, ya que la matrícula en el sistema público y privado apenas llega a 1.8 millones de alumnos, cuando en el 2018 superaba los dos millones
Los maestros de las escuelas y colegios a nivel nacional, iniciaron el proceso de matrícula en la segunda quincena de enero.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Miguelito, nombre ficticio en atención a los derechos de la niñez, tiene 13 años, no terminó el sexto grado y para ayudar en el sustento de su casa trabaja como ayudante de albañil.
Su madre es soltera, vende tortillas en una colonia considerada marginal en Tegucigalpa; sus cuatro hermanitos son de papás distintos y estudiar no está entre sus prioridades.
El pequeño muchacho, si bien se ha alejado de las tentaciones que le ofrecen los grupos criminales que lo asedian, es parte de más de un millón de niños en edad escolar que están excluidos del sistema educativo.
Informes de la Asociación para un Sociedad Más justa (ASJ), tomando como referencia datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indican que de la población de Honduras supera los 9.8 millones de habitantes y más de tres millones de niños -de entre los tres y 17 años- están en edad escolar.
No obstante, en el sistema educativo la matrícula de 2023, desde prebásica hasta secundaria, apenas llegó a 1.8 millones de estudiantes (incluidas instituciones públicas y privadas), según cifras de la Secretaría de Educación.
Entre el trabajo infantil, las bromas pesadas de los obreros de la construcción, y los 200 lempiras que recibe a diario como salario, Miguelito, hoy que inicia el periodo escolar de 2024, solo verá pasar hacia los centros educativos a sus amiguitos, vestidos con sus uniformes y cargando las mochilas.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó el número de los alumnos matriculados en el sistema gubernamental y no gubernamental, donde se evidencia una deficiente cobertura educativa.
Por ejemplo, el año 2022 registró una matrícula total de 1,847,353 estudiantes, mientras que el 2023 cerró con 1,855,493, es decir, el incremento apenas fue de 8,141 estudiantes, o sea, alrededor de un 4% más.
Lo anterior evidencia, que Honduras no ha logrado ni siquiera recuperar la población estudiantil del año 2020, cuando la pandemia de covid-19 obligó al cierre de los centros educativos, que sumaban 1,921,454 menores.
Alumnos fuera
Para este 2024, la meta de la Secretaría de Educación es llegar a 1.9 millones de estudiantes. El secretario de esa institución, Daniel Sponda, les advirtió que al final del año lectivo solo habrá una recuperación.
Denis Cáceres, director de Educación de la ASJ, indicó que son más de tres millones de menores en edad escolar y que siempre hubo matriculados alrededor de dos millones.
Recordó que antes de la pandemia de covid-19 la cantidad de alumnos rozaba los dos millones a nivel nacional, pero ya se evidenciaba una tendencia a la baja.
Las cifras analizadas por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus evidencian que los años con mayor número de alumnos matriculados entre el sector público y privados fueron entre el 2014 y 2018, cuando cada año hubo más de dos millones de estudiantes.
Ya para el 2019 comenzó una tendencia de caída en la matrícula escolar, con 1,966,056 alumnos; en el 2020, año de la pandemia de covid-19, fueron 1,921,454, es decir, 44,602 estudiantes menos.
Del 2021 en adelante, la recuperación no ha sido nada alentadora, debido a que las cifras se mantienen en 1.8 millones de alumnos, entre los sistemas gubernamentales y no gubernamentales.
Según Cáceres, tantos las instituciones públicas como privadas, han venido perdiendo estudiantes, siendo una sorpresa para los entes encargados de medir el funcionamiento educativo.
Las cifras de Educación evidencian que entre 2014 y 2017, la cantidad de alumnos del sistema público superaba los 1.7 millones en todos los niveles educativos.
Los indicadores fueron cayendo entre los años 2018, 2019 y 2020, cuando la matrícula en los centros educativos gubernamentales bajó a 1.6 millones de estudiantes.
La crisis fue empeorando en el año 2021 y 2022, cuando la matrícula apenas llegó a 1.5 millones de estudiantes, con la misma tendencia para el 2023.
Mientras que en el sector privado, desde 2014 hasta el 2020 la cantidad de alumnos que manejaban eran entre 314 mil y 325 mil estudiantes.
Pero al igual que el sector público, entre los años 2021 y 2022, la cifra de matriculados fue de 270 mil a 290 estudiantes, establecen los datos de la Secretaría de Educación.
En ese sentido, la proyección para este 2024 en la matrícula debería ser de 1,950,000, pero Educación estableció solo los 1.9 millones, lo que a consideración del representante de la sociedad civil es muy baja.
El pasado 19 de enero de 2024, el ministro Sponda afirmó que “hemos roto la tenencia de la matrícula a la baja y hoy vamos en una tendencia a la alta en nuestra matrícula, lo que quiere decir que una de nuestras principales tareas en el primer trimestre del año es mejorar la matrícula 2024 en relación a la matrícula de 2023”.
Dijo que “ningún niño va a perder el derecho de ingresar al centro educativo por no hacer el pago de un gasto administrativo”, dejando ver que el Estado se encargaría y asumiría. Asimismo, mencionó que “si un niño llega a la escuela sin uniforme, no se le va cerrar las puertas”.
Cáceres, por su parte, indicó que hay más de un millón de niños en edad escolar que no asisten a los centros educativos, en su mayoría, ni siquiera han entrado al sistema o se fueron y no regresaron.
“Ese millón no se puede recuperar, la Secretaría de Educación puede recuperar los que ya estaban, que es llegando a los dos millones de alumnos, ese millón que está fuera, siempre ha estado fuera y no hay forma de rescatarlo”, sentenció.
El problema es que se tienen que abrir más centros educativos, contratar más profesores y tener más presupuesto, ya que en este momento, con 40 mil millones de lempiras, se atienden alrededor de dos millones de alumnos, pero para ese millón más que está fuera necesitarían otros 20,000 millones extra.
¿Dónde están?
Cáceres expresó que el 50% del millón de menores que están fuera del sistema educativo es por la pobreza, es decir, son 500 mil niños que no estudian por falta de recursos económicos.
Pero hay un 30%, que son unos 300 mil estudiantes, que no estudian porque sus padres no creen en el sistema educativo, y tampoco el alumno, porque no ven una oportunidad de crecimiento con la enseñanza.
Mientras que el otro 20% emigrante hacia Estados Unidos, la mayoría con toda la familias. La llamada migración en clúster o migración grupal.
Estimó que la mayor parte de los jóvenes de 15 años en adelante, que son alrededor de 500 mil, ya se fueron del país, pero que el problema es con el resto (los otros 500 mil) que se presume forman parte de las estadísticas de los menores que realizan trabajo infantil.
Para Cáceres una de las claves para aumentar la matrícula es diseñar políticas para atraer a los más pobres, una de esas, es mejorar la merienda escolar.
La matrícula gratis es otra de las políticas que ayuda, pero debe estar al inicio del año, y a los niños más pobres se les debe garantizar la entrega de cuadernos, uniformes y zapatos.
La educación de Honduras está divida en tres niveles, por lo tanto, la aplicación de estas políticas debe ser generalizada.
Datos del Sistema de Administración de Centros Educativos (SACE) dicen que en 2023 un total de 568,221 alumnos eran de básica I, es decir, desde kinder; en básica II (primaria o educación básica) sumaban 503,853 y de básica III (ciclo común) 367,709, haciendo un total de 1,439,783 alumnos.
Mientras que a nivel medio se registró un total de 209,130 alumnos, entre los sistemas público y privado a nivel nacional.
Las mediciones revelan que son las niñas que más estudian en Honduras, ya que al cierre del 2023 eran 935,876 menores del sexo femenino las que estaban matriculadas, mientras que 919,618 era varones.
Hay que atender a los excluidos
El exministro de la Secretaría de Educación, Marlon Escoto, declaró que el problema es que los gobiernos se han olvidado de las campañas de motivación para mejorar la matrícula escolar, y tampoco hay atención para los excluidos.
En el año 2020, cuando se registró la pandemia de covid-19, el SACE estuvo apagado y nunca se supo cuántos niños estuvieron o no recibiendo sus clases, luego no se priorizó una campaña para incentivar volver a la escuela.
Escoto es del criterio que urge una campaña en los medios de comunicación diciéndole a los niños y los jóvenes que hay que volver a las escuelas y colegios.
El problema es que esa campaña todavía sigue siendo un tema bien tibio por parte de las actuales autoridades.
Lamentó que la población apta para tercero de ciclo y secundaria se está yendo del país, deciden migrar porque no ve esperanza de desarrollo.
También hay que tomar en cuenta que la tasa demográfica de Honduras no está creciendo; en un tiempo eran alta la matrícula de niños en primer grado, porque Honduras tenía la tasa demográfica más alta en América Latina, ahora cada vez es menos, dijo.
Indicó que además se espera que más niños pasen del sexto grado, es decir, del segundo al tercer ciclo, y que más niños del tercer ciclo pasen a educación media para que la tendencia sea crecer.
El problema es que la cobertura ha aumentado, pero cada vez los centros de educación tienen menos escolares, a pesar que existe la oferta, señaló.
Además, al hacer un análisis de los que están dentro versus los que están fuera del sistema educativo y los que tienen edad escolar, son aproximadamente tres millones de niños, niñas y jóvenes.
De estos, 1.8 están en el sistema educativo y 1.2 está fuera, evidenciando que la tendencia es que el gobierno no está consiguiendo que los menores regresen a las aulas.
Entre esas circunstancias está la sobre edad: niños que tienen ocho o nueve años que no fueron a primer grado; son alrededor de 40,000 pequeños que sufren de esa condición en Honduras.
Ellos no pueden ingresar porque solo se aceptan niños con seis años y tienen que esperar cumplir 15 años para ir a un programa de educación para adultos.
Esa es una de las poblaciones más vulnerables del sistema educativo, porque no existe una alfabetización de niños, esta solo se relaciona con jóvenes, adultos o personas adultas mayores.
Escoto dijo que para el 2024 se aspira a que se matriculen 100 mil alumnos más, mientras que por el otro lado, ese 1.2, no hace mucho estaba en un millón.
En términos relativos y para entender un poco la magnitud del problema, Honduras ahora tienen dos niños en la escuela y uno fuera, pero sino se hace algo para recuperar la matrícula, va a llegar un momento donde se va tener un niño dentro y uno fuera, es decir, se va equiparar y eso será una tragedia de país.