No hay lugar seguro en Honduras: masacres en carreteras, cuarterías y hasta en casas
Las nueve masacres registradas en el país solo en el 2023 han provocado la muerte de 38 personas, entre ellos un niño de ocho años. La población ya no se siente segura ni es su hogar
Las masacres han provocado el derrame de sangre de cientos de mujeres, hombres y niños sin que las autoridades policiales logren desarrollar investigaciones que permitan castigar a los criminales.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los cuerpos masacrados han quedado a la orilla de la playa, apilados en cuarterías, adentro de viviendas o tirados en carros, luego que criminales llegaran a dispararles sin ningún escrúpulo y se fueran con la seguridad de que las autoridades no los encontrarán.
Del 15 de enero al 6 de marzo de 2023 las balas disparadas desde armas que las autoridades no tienen la capacidad de identificar han fulminado a 38 personas en 9 masacres.
Entre los hondureños fallecidos hay 25 hombres, 12 mujeres y hasta un inocente niño, de cuyos casos solo hay señales de justicia tardía y, la mayoría de veces, hasta inexistente.
En menos de 72 horas en Honduras se registraron dos masacres que dejaron como resultado la muerte violenta de 16 personas, 5 mujeres y 11 hombres.
Migdonia Ayestas, directora del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH) declaró a la Unidad de Datos EL HERALDO Plus que es preocupante la violencia y la alta cantidad de personas muertas solo en dos homicidios múltiples.
Este tipo de hechos tan violentos provocan que la gente tenga miedo en el país, porque la inseguridad ha ocupado todos los espacios, tantos públicos como privados. La gente no se siente segura.
Como la población tiene miedo, muchas veces no quieren salir a la calle o prefieren no utilizar los espacios públicos, porque es donde están ocurriendo la mayor cantidad de muertes violentas.
La criminalidad organizada y fuertemente armada también está invadiendo las casas de habitación. Los hogares se han vuelto el segundo lugar donde se pierde la vida a causa de la violencia.
Un análisis de la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus, sobre el histórico de las masacres registradas en Honduras, evidencia que entre 2010 y 2013, cuando gobernaba el expresidente Porfirio Lobo Sosa, se registraban más de cien masacres al año.
En el 2010 fueron 147 homicidios múltiples y bajaron a 133 en el 2011. En 2012 hubo otra caída (128), así como en 2013 (111)
En los dos mandatos de Juan Orlando Hernández (2014-2018 y 2018-2022) los homicidios múltiples fueron disminuyendo de 100 hasta cerrar con 53 en el 2021.
En tanto, en la actual administración de Xiomara Castro la reducción ha sido mínima. En su primer año de gestión las masacres llegaron a 51, mientras que en lo que va de 2023 ya son 9 los hecho violentos donde mueren tres o más personas.
En promedio se está registrando una masacre a la semana, tomando en cuenta las 10 semanas que han pasado de este año.
Ubicación
Un informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) establece que las nueve masacres registradas en lo que va del 2023 han sido en diferentes regiones del país. Todas permanecen en la impunidad.
Por ejemplo, el 15 de enero fueron ejecutadas tres mujeres garífunas en Puerto Cortés, Cortés. Días después, es decir, el 28 de enero, tres personas más fueron ejecutadas y un niño resultó herido.
Febrero ha sido en lo que va de 2023 el que más ejecuciones múltiples ha registrado, al contabilizarse cinco hechos violentos, que dejaron como saldo trágico 16 personas muertas.
Se trata de tres personas en Juticalpa, Olancho (2 de febrero). Luego (el 12 de ese mes), se dio otra masacre de cuatro personas en Olanchito, Yoro.
El 19 de febrero fueron ejecutadas otras tres personas en la aldea Chapucay, San Miguelito, Intibucá, en el interior de la vivienda de la familia. Entre las víctimas estaba un menor de ocho años de edad.
El 20 de febrero las masacres siguieron manchando de sangre a Honduras cuando fueron ejecutados tres hombres en Las Vegas, Santa Bárbara, y el 25 del mismo mes otras tres personas resultaron acribilladas en la carretera entre Tocoa y Sabá, Colón.
Los últimos dos homicidios múltiples se registraron el sábado 4 de marzo en un hotel de Comayagüela, dejando como saldo siete personas muertas, y nueve personas más el lunes 6 de marzo en una zona montañosa de la aldea El Portillo de Las Moras, Comayagua.
La titular del Conadeh, Blanca Izaguirre, condenó ayer el alto grado de impunidad que prevalece en las masacres, ya que pocas veces se da con los responsables, mismos que se nutren de esa falta de castigo, porque saben que jamás serán alcanzados y que sus crímenes serán olvidados.
Al mismo tiempo señaló que la muerte múltiple de personas es una modalidad utilizada por quienes quieren mantener bajo el miedo a toda la población.
Para analistas en temas de seguridad, entre los factores que están provocando que la inseguridad en Honduras no disminuya es la falta de resultados de las autoridades policiales como punto número uno.
Además, está la incidencia del crimen organizado, la invasión de pandilleros que salieron huyendo de El Salvador por las medidas tomadas en el gobierno del presidente Nayib Bukele, además de la caída del área de cámaras del Sistema Nacional de Emergencias 911.
Investigación
Para Ayestas, el talón de Aquiles del gobierno de la presidenta Xiomara Castro y del anterior es la falta de investigación, situación que limita castigar a los responsables y fomenta la impunidad.
La criminalidad no para y todo mundo sabe dónde ocurre y cómo ocurre, pero nunca se sabe quién es el responsable de provocar esa criminalidad y por qué, cuestionó la directora del ONV-UNAH.
Para eso se requiere tener una investigación científica criminal, pero al no poder desarrollar esos procesos investigativos y no se llevan a los perpetradores a las órdenes de los juzgados, la impunidad siempre campea y sigue a la alza.
Para el criminalista, Gonzalo Sánchez, no toda la responsabilidad es de la Policía Nacional, porque se necesita un trabajo conjunto, con más recursos.
Indicó que los estados de excepción que se han implementado no han tenido los resultados que se esperaban, porque no han habido operaciones de gran envergadura.
Para esto se requiere realizar persecución de los criminales mediante operativos, con trabajos de investigación y de inteligencia como debe de ser.
Reprochó que solo la falta de cámaras de vigilancia es una gran falencia para combatir la delincuencia, porque estas representan por lo menos un 30% de posibilidades de identificar en el momento a quienes están cometiendo el delito.
Además se puede hacer persecución a través de las cámaras y así interceptar a vehículos o personas sospechosas, como en el caso de los secuestros.
Para el excomisionado de la Policía Nacional, Leandro Osorio, es posible que líderes de maras y pandillas que salieron de El Salvador hagan una afrenta al Estado de Honduras, pero la Policía se ve mermada porque no tienen los recursos que se necesitan.
El diputado al Congreso Nacional, Jhosy Toscano, del Partido Salvador de Honduras (PSH), declaró que desde hace un año se vienen esperando los resultados en materia de seguridad, pero la población está de rodillas.
En ese sentido propuso que la Policía Militar del Orden Público (PMOP) regrese a patrullar las calles, porque la Policía Nacional no ha cumplido con el papel de mejorar la seguridad en el país.