Aunque es una enfermedad tratable, 110 personas mueren al año por tuberculosis en Honduras
El 68% de los decesos fueron en personas mayores de 50 años, pero también murieron siete niños por tuberculosis. Salud y la OPS dicen que los hombres fallecen más porque no culminan el tratamiento o no detectan los casos a tiempo
La enfermedad no discrimina. Niños, jóvenes y adultos pueden infectarse y hasta morir si no reciben tratamiento a tiempo.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una enfermedad que tiene tratamiento y cura está matando en promedio a 110 personas al año en Honduras.
La tuberculosis fue una epidemia a mediados del siglo XIX, pero casi un siglo después “sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo”, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La enfermedad es ocasionada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que provoca tos, dolor en el pecho, sangrado al toser, debilidad, fiebre y falta de apetito. La bacteria ataca principalmente los pulmones, pero también otras partes del cuerpo.
El tratamiento contra la tuberculosis fue descubierto en 1943, lo que contribuyó para que las muertes disminuyeran, pero “hay varios factores” que ocasionan que 80 años después siga entre las enfermedades infecciosas que más matan personas, de acuerdo con el epidemiólogo Manuel Sierra.
Solo en Honduras murieron 773 personas por tuberculosis entre enero de 2017 y julio de 2023, según la solicitud SOL-SDS-3564-2023 que respondió la Secretaría de Salud (Sesal). Esto significa que en promedio murieron 110 hondureños al año por esta enfermedad.
“Con el tratamiento que está disponible se cura casi el 98%, o sea que es un crimen que la gente se muera de tuberculosis en Honduras”, lamentó Sierra.
El experto señaló que el tratamiento (una combinación de isoniacida, rifampicina y pirazinamida) es estrictamente supervisado, pero que la principal causa para que los hondureños infectados no lo reciban es por la condición socioeconómica.
Casos en ascenso
Honduras cuenta con equipo de última tecnología para el diagnóstico de tuberculosis en las principales ciudades del país. Pese a esto, no todas las personas infectadas se movilizan para ser evaluadas y en los centros de salud no siempre tienen el tratamiento o están cerrados, cuestionó Sierra.
Afirmó que con la eliminación del fideicomiso para la compra de medicamentos hay escasez desde 2022, por eso en muchos centros de salud no tienen los tratamientos.
Precisamente en ese año las muertes por tuberculosis en Honduras tuvieron un significativo repunte, tanto que los casos prácticamente se duplicaron.
Para 2020 hubo 147 muertes por la enfermedad, pero en 2021 cayeron a 77. El año pasado hubo 126 muertes y hasta julio de 2023 ya suman 23 decesos por la infección que afecta los pulmones.
Entre 2017 y 2019 fueron 400 los hondureños fallecidos por la enfermedad, según cifras de Salud analizadas por la Unidad de Datos de El Heraldo Plus.
“En el 2021 se registraron 20 nuevos casos de tuberculosis por 100 mil habitantes en Honduras. En 2019, la tasa de mortalidad por tuberculosis (ajustada por edad y por 100 mil habitantes) para la población total fue de 6.2 ese mismo año”, mencionó la OPS en su perfil sobre la salud en Honduras, al hablar sobre las enfermedades transmisibles.
El organismo internacional dijo que la tasa de mortalidad era de 4.5 en mujeres y 8.2 en hombres, es decir, los hombres son los que más fallecen por la infección.
Precisamente eso es lo que arrojan los datos facilitados por Salud, ya que siete de cada diez decesos eran personas del sexo masculino. El resto eran mujeres.
Según la OPS, esto se debe a que -en muchos casos- los hombres no buscan atención o simplemente no terminan el tratamiento, que consiste en tomar antibióticos por seis o nueve meses. Todo bajo supervisión.
En ese tiempo la persona contagiada y quienes estén a su alrededor deben tomar medidas de bioseguridad. Asimismo, evitar el contacto directo con sangre, fluidos corporales, secreciones o piel no intacta de los pacientes.
Niños también son víctimas
Desde 2011 la tuberculosis se convirtió en una enfermedad prioritaria en la salud pública de Honduras, especialmente porque estaba entre los 11 países de la región con las tasas más altas por contagio y mortalidad, según mencionan los “Lineamientos para la atención integral de la Tuberculosis en el marco de la pandemia del covid-19 en Honduras”, un documento publicado por la Sesal en 2020.
El informe menciona, entre otras cosas, continuar con la “Estrategia fin de la tuberculosis de la OMS que tiene como objetivo reducir el 90% las muertes y en 80% de la incidencia de tuberculosis para el 2035”.
El problema es que los casos siguen en ascenso. Hasta julio de 2023 sumaban 23 los decesos, sin contar el número de personas infectadas.
Desde 2017 hasta mediados de este año, la infección mató a personas de todas las edades, sin embargo, los adultos y adultos mayores corren mayor riesgo.
Las cifras de la Sesal, analizadas por la Unidad de Datos del EL HERALDO Plus, dicen que el 68% de las muertes por tuberculosis eran personas que pasaban los 50 años.
Si analizamos las muertes por rango de edad, observamos que entre más años tiene la persona, mayor es la incidencia de muertes. No obstante, en los reportes hay siete decesos de niños por tuberculosis y 12 de adolescentes y jóvenes.
Sierra afirmó que se trata de “fallas en el sistema de salud que no deberían pasar a estas alturas”, especialmente porque hay tratamientos.
Miguel Osorio, quien forma parte del equipo de relaciones públicas de la Sesal, afirmó -mientras leía cifras del Programa de Tuberculosis- que “la mortalidad por tuberculosis está condicionada por el diagnóstico tardío, determinantes sociales y comorbilidades como coinfecciones de tuberculosis-VIH, alcoholismo y desnutrición”.
En el caso de los mayores de 65 años dijo que muchos pacientes padecían de diabetes mellitus y, sumado esto, fallecieron por la detección tardía de la enfermedad.
Sobre las estrategias implementadas para reducir los casos mencionó que revisan el Plan de Optimización y Maximización del uso de los equipos GeneXpert (permite el diagnóstico rápido de la tuberculosis) y que elaboran un plan para fortalecer el uso del tratamiento entre la población.
“La estrategia de búsqueda de casos de tuberculosis y drogo resistentes (la tuberculosis resistente a los medicamentos del tratamiento) ha dado resultados considerando el incremento en la detección de casos en el 2023, diversificando la clasificación de drogo resistentes e implementando en el país nuevas técnicas de diagnóstico”, detalló.
Preocupación en Cortés
La enfermedad históricamente se ha concentrado en cada departamento del país, pero al hablar de decesos hay un preocupante número de casos en el departamento de Cortés, ya que desde 2017 hasta julio de 2023 acumuló 132 muertes.
En Francisco Morazán, los reportes de la Sesal dicen que en los último siete años fallecieron 67 personas por la enfermedad, mientras que en Atlántida fueron 65.
Choluteca, Santa Bárbara, El Paraíso y Yoro también están entre los departamentos con más decesos por tuberculosis. Ocotepeque, La Paz e Intibucá, por su parte, tienen los reportes más bajos: cada uno contabilizó 16 decesos en siete años.
En lo que va de 2023, el mayor registro de casos está en la Región Metropolitana de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Yoro, Atlántida, Colón, Cortés, Santa Bárbara, El Paraíso y Gracias a Dios, pues registran el 80% de los reportes en el país, según especificó Osorio.
“A nivel nacional 183 municipios notificaron casos de tuberculosis, en 10 de ellos se reporta el 52% de los casos, es decir, 690 de 1,338, que coincide con los seis departamentos que tienen las mayores tasas de incidencia”, puntualizó.
Estos departamentos, al compararlos con los reportes enviados por la misma Sesal, muestran un patrón marcado: en los últimos siete años aparecen como los más afectados por contagios y muertes por tuberculosis, una enfermedad contagiosa que al no ser tratada es mortal.
Baja cobertura en vacunación
Honduras necesita reforzar la vacunación preventiva contra la tuberculosis porque desde 2020 ha venido en picada, sugirió Blanca Munguía, experta en salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
“En Honduras del 2010 al 2019 teníamos un 93% de cobertura de esta vacuna y en 2020-2021 fue 83%, entonces sí ha bajado el nivel de cobertura”, señaló.
Munguía hizo un llamado a las autoridades para mapear las zonas con más incidencia, abordar los casos y ampliar la cobertura de vacunación preventiva para controlar la enfermedad.
Dijo que hay varios factores que influyen en la muerte de personas por enfermedades tratables, especialmente porque el modelo de salud del país es curativo y no preventivo.
“La prevención también tiene que ver con la educación en temas de salud a la población”, dijo, al cuestionar que el acceso a la salud es limitado.