SANTA ANA, HONDURAS.-Como gigantes que invitan a conocer un lugar hospitalario, se divisan en las montañas los aerogeneradores del parque eólico, ubicado en la entrada al municipio de Santa Ana, Francisco Morazán.
A 25 kilómetros de la capital en la carretera al sur del país, el pueblo donde no deja de soplar el viento, derrocha tradición, fe y gastronomía por su feria patronal en honor a Santa Ana.
Como parte de las actividades religiosas que iniciaron el 1 de julio, los fieles realizaron procesiones por las aldeas y caseríos, con una réplica de la imagen de su patrona Santa Ana.
“La fiesta de los abuelos del Señor (Santa Ana y San Joaquín), los padres de la Virgen, es una fiesta de delicadeza espiritual, porque refiere al recuerdo que tenemos de nuestros propios abuelos”, explicó Tony Salinas, párroco de Santa Ana.
Y el viernes fue una oportunidad para festejar a los abuelos, que representan la tercera edad. “Hay que tener un alto respeto y ayuda por los adultos mayores, tener abuelos no es una carga, sino que es una dicha tenerlos con vida y la herencia que hemos recibido por ellos”, agregó Salinas.
VEA: Selección de Grandes Crímenes: El que mal anda… (parte II)
Fiesta
El jueves arrancó la feria patronal con un desfile de carrozas y bandas marciales por la calle principal del municipio. También se presentaron cuadros de danzas folclóricas y quema de pólvora.
Para el viernes se realizó una alborada, mariachis y eucarístía, además de presentaciones artísticas y se finalizó con un grupo musical. El sábado se realizó la elección de la reina de Santa Ana y una fiesta bailable.Hoy, las actividades arrancan desde las 9:00 de la mañana con una misa, más tarde se hará la exposición de vehículos y motocicletas, habrá conjuntos de cuerdas y presentaciones artísticas.
“Se tendrá seguridad, el objetivo es que los vecinos y turistas que nos visitan disfruten de nuestra tradición y hermoso municipio. Durante la semana se harán más actividades y vengan a disfrutar de la rica comida”, manifestó Jorge Sanders, alcalde de Santa Ana.