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Josué R. Álvarez: “Lo que siempre he querido hacer es contar”

El escritor hondureño cosecha un logro más en una carrera literaria que ha construido con amor y constancia. Ahora es el más reciente ganador de Los Confines
12.08.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Uno de los puntos más destacados del Festival Internacional de Poesía Los Confines, cada año, es la lectura del fallo de la obra ganadora del Premio Nacional de Poesía Los Confines. Y este 2022, “De la estirpe del cacao”, de Josué R. Álvarez, fue la favorecida.

Tras abrirse camino en el mundo de la literatura desde hace ya varios años, sobresaliendo principalmente en la narrativa y la novela infantil, el joven originario de Tegucigalpa debuta ahora como poeta. Pero también tiene mucho más por contar. A continuación, una entrevista a detalle.

¿Qué representa para usted ser el ganador del VI Premio Nacional de Poesía Los Confines?
Para mí, este premio es motivo de orgullo. Tal vez no de un orgullo vano, pero sí de un orgullo natural de toda persona que se dedica a cualquier arte, al sentir su obra reconocida, al entender que de alguna manera su trabajo trasciende.

¿Qué opinión tiene del festival? ¿Conocía del proyecto antes de participar del concurso?
Yo conocía, seguía y admiraba el festival desde que se creó, prácticamente. Siempre había querido estar en él, pero no había tenido la oportunidad, sobre todo porque es un festival de poesía, y yo básicamente me he dedicado a la narrativa. Me parece un maravilloso espacio para el estímulo creativo. Pienso que muchas veces, actividades como la poesía son vistas de lado, y que por un momento sean el centro de un contexto, es loable.

¿Ya había intentado optar al premio en ediciones anteriores?
Sí, había concursado una vez, creo que en la segunda edición. Este año lo volví a intentar y supe que podía ganar, no porque me lo dijeran, sino porque publicaron el nombre de los poemarios finalistas y allí vi el mío. Me lo guardé para mí, no le conté a nadie y simplemente sabía que había esperanza. Pero, honestamente, sé que al festival llegan poemarios de bastante calidad, y no es que desconfiara de mi texto, pero la poesía siempre ha sido para mí un terreno incierto, diferente a la narrativa, donde me siento más seguro.

Esta vez lo consiguió con “De la estirpe del cacao”. Hábleme acerca de esta obra.
Es un poemario dedicado a reflexiones sobre lo pasajero de lo material y lo trascendente de lo espiritual. Básicamente, nace de pensar en la vida, de ver cómo pasa el tiempo. Me asistí de, como casi en toda poesía, el mito, en este caso de varios pasajes de la mitología judeocristiana, que nos hacen pensar sobre eso mismo. Desde esa perspectiva está pensado el poemario. La primera parte habla sobre los primeros frutos de una tierra que nace, que es fértil; y la segunda aborda los últimos días de lo creado, de todo lo que conocemos.

¿Se trata también de su incursión oficial en el género de la poesía?
Es el primer poemario que hago de manera seria, por así decirlo. Anteriormente, justo para participar de este mismo premio, lo que hice fue recoger varios poemas que ya había hecho. Pero como libro, este es el primero en donde todos los poemas fueron hechos para estar juntos, del primero al último. Es mi primer libro concebido como poemario, como una obra unitaria. Aunque la poesía, en sí, desde hace mucho la practico, solo que más como un ejercicio interior.

¿Qué significado tiene para usted permanecer activo en concursos de literatura?
Yo creo que son plataformas que, primero que todo, estimulan la labor creativa, porque todo concurso tiene un premio; ya sea una publicación, una estatuilla, etc. Luego, también son escaparates, porque sirven para ir explorando nuevas formas de escribir, y eso es valioso. De alguna manera, validan el trabajo literario. Pero tampoco es lo único, porque hay grandes autores que en su vida no ganaron un concurso.

¿Cuál considera que ha sido un punto consecutivo a su favor al momento de que el jurado elija?
He contado con bastante fortuna, porque en concursos de mayor o menor renombre, casi todos los últimos años he ganado algo. Creo que también se trata de hacer “clic” con el jurado, porque aunque la literatura tiene unos criterios estéticos generales, el jurado no deja de tener su subjetividad. Por supuesto, hay que presentar obras que cumplan con la calidad que esperan en el concurso. Lograr todo esto me pone muy contento.

¿Qué proyectos o metas desea trabajar y concretar en un futuro cercano?
La primera meta siempre es mejorar. Yo trato de quedarme con el pensamiento de que no es por el concurso, sino por la literatura misma. Lo segundo, yo siempre estoy escribiendo. En este momento tengo inédito un libro de cuentos, esperando una oportunidad para salir. De hecho, el cuento “Tigre viejo”, con el que gané el Concurso de Cuentos Cortos de EL HERALDO, está contenido allí. Tengo varios proyectos en mente, de narrativa y de literatura infantil, algunos listos y otros en camino. También espero seguir escribiendo poesía, aunque creo que no de manera sistemática. Ah, y tengo un blog, que es un ejercicio más didáctico y personal (josuéralvarez.com). En sí, creo que el proyecto principal del escritor debe ser el crecimiento.

También estudia Periodismo. ¿Cómo enlaza su recorrido literario con el ejercicio periodístico?
Yo vi esta segunda carrera como otra forma de contar, porque al fin y al cabo es lo que hace el periodista, ya sea a través de la radio, la televisión, la prensa escrita y demás. Y el ejercicio de reportaje a mí me gusta muchísimo, la crónica también. En el fondo, lo que a mí siempre me gustó es contar. Y el periodismo es un recurso más para hacerlo, y ya no sobre ficción, sino acerca de la realidad.

Finalmente, ¿por qué una vida dedicada a las letras?
De alguna manera, es casi un misterio en Honduras y en cualquier parte del mundo. Apartando, quizá, a quienes son best seller y logran un camino de fama, éxito y dinero, que son poquísimos dentro del mundo de la literatura o prácticamente la menor expresión, sigue siendo un misterio.
Como tantas cosas en la vida, a veces uno no se lo explica. Tal vez ese mismo deseo de decir las cosas como nadie nunca las dijo antes. Yo estudié Letras porque estaba loco por la literatura, y quería algo donde las tareas fueran leer literatura. De hecho, siempre he pensado que fue una decisión un tanto irresponsable, porque es un camino difícil, pero simple y sencillamente me gusta.
También se dice que “para tratar de cambiar un poquito el mundo”, porque hay algo de altruismo al pensar en el otro y decir “quizá con este poemario, que seguramente será olvidado como todos un día, pueda cambiar la perspectiva de alguien”. Y luego, está esa opción de hacerlo por la literatura misma, por querer poner uno su granito, tal vez hasta innecesario, por amor a ella.

Perfil y trayectoria

Es licenciado en Letras con Orientación en Lingüística (Universidad Nacional Autónoma de Honduras), Máster en Lengua y Literatura Hispánicas (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua) y pasante de la carrera de Periodismo (Universidad Nacional Autónoma de Honduras).

Ha sido ganador del: X Concurso de Cuentos Cortos Inéditos Rafael Heliodoro Valle de EL HERALDO (2018); Premio Nacional de Narrativa Infantil y Juvenil, convocado por el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) y Editorial Santillana (2017); II Certamen Nacional de Narrativa Breve Dowal School (segundo lugar, 2015). Además de otros premios de cuento, microcuento, poesía y ensayo (2014-2021).