Elecciones en Honduras

Jóvenes son los llamados a vencer el abstencionismo en las elecciones de Honduras

La proyección del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es que el ausentismo en las elecciones generales del 2017 será de un 35 por ciento, es decir que se reducirá en un 4 por ciento en comparación con el proceso de 2013

21.11.2017

Tegucigalpa, Honduras
La cifra real de los hondureños que se niegan a ejercer el sufragio es un tema de amplia discusión en el país.

Para algunos analistas el abstencionismo no supera el 15 por ciento, pero otros consideran que la juventud sigue siendo la gran ausente y es la llamada a vencer estos indicadores.

Los registros históricos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) indican que las grandes demostraciones de civismo electoral se dieron en la década de los 80, cuando el ausentismo en las urnas no superó el 24 por ciento.

La académica Martha Lorena Suazo, en el libro “Tres décadas de transición política en Honduras”, destaca que el abstencionismo fue en aumento hasta el 2009.

Para los comicios de 1981 asistieron a las urnas 1,214,779 electores, que representaban el 78 por ciento del total del Censo Electoral.

La efervescencia política fue mayor en las elecciones generales de 1985, cuando asistieron a las urnas el 81 por ciento de la carga electoral. Esto significa que a la contienda marcada en la historia de Honduras como la más concurrida asistieron 1,598,247 hondureños, de los 1,901,757 habilitados.

Durante 1989, al cierre de la transición democrática, asistieron a las urnas el 76 por ciento del padrón electoral y el abstencionismo fue de un 24 por ciento.

Al entrar a la década de los años 90 el número de electores aumentó de forma significativa y al mismo tiempo se comenzó a ver un marcado ausentismo.

En las elecciones generales de 1993 los hondureños habilitados para votar eran 2,734,000, pero solo asistieron el 65 por ciento de estos a las urnas.

Luego, en 1997 el padrón electoral ascendía a los 2,901,743 hondureños y solo llegó a las urnas el 72 por ciento del total, es decir que el 28 por ciento no se presentó a la justa electoral.

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Nuevo siglo
En el siglo XXI el ausentismo alcanzó los picos más altos de la historia democrática.

Por ejemplo, en las elecciones del 2001 solo asistió a votar el 66 por ciento de los 3,448,280 ciudadanos habilitados para ejercer el sufragio. El siguiente proceso electoral general se registró en el año 2005 y el abstencionismo llegó al 45 por ciento con la participación de 2,190,398, personas.

En medio de un crisis política, llegaron las elecciones generales del 2009, cuando se alcanzó el abstencionismo más alto de la historia electoral con el 50 por ciento.

Para el noveno proceso general del 2013, después del retorno constitucional de 1981, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reportó un abstencionismo del 39 por ciento. En estas elecciones participaron nueve partidos políticos, asistiendo a las urnas 3,275,346 electores, de un censo de 5,355,112 ciudadanos.

El análisis de Suazo menciona que entre las causas del abstencionismo están la falta de credibilidad de los candidatos, la falta de programas creíbles y que la juventud habilitada para votar ronda las edades de entre 18 y 25 años.

David Matamoros Batson, magistrado presidente del TSE, declaró a EL HERALDO que en el 2005 el 46 de cada 100 habitantes no fueron a votar y 50 de cada 100 ciudadanos en el 2009 se abstuvieron de ejercer el sufragio.

“Logramos bajar a 39 en el 2013 y nuestra meta es que bajemos a 35 por ciento en el 2017”, declaró el funcionario electoral.

Julio Navarro, analista político, en entrevista con EL HERALDO reseñó que las elecciones de los años 80 fueron de las más concurridas porque había novedad.

El país venía de gobiernos militares donde no había comicios para elegir a las autoridades.

“Hoy las elecciones no son novedad para nadie, principalmente para los jóvenes, porque nos las ven como una solución al problema sino que las ven como algo rutinario”, señaló.

La verdadera abstención es del 10 al 15 por ciento
El exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Augusto Aguilar, indicó que las cifras del abstencionismo son equivocadas.

Explicó que esa gran cantidad de personas que no votan no caen en la figura del abstencionismo, porque muchos de ellos están en el extranjero.

Solo en Estados Unidos hay cerca de un millón de electores y otras cantidades en países de europa, Centroamérica y México que están en el Censo Nacional Electoral y no ejercen el voto.

En ese sentido, ellos no es que se abstienen, sino que se ausentan.

La figura de abstencionismo se debe aplicar únicamente para aquellos hondureños que teniendo la edad y estando en el país no ejerce el voto porque se queda en casa y porque su deseo no es participar.

“Ese es el verdadero abstencionismo y desde mi punto de vista no va más allá de un 10 o un 15 por ciento, los demás son los ausentes y otra cantidad de personas que ya fallecieron”, refirió.

Aguilar recomendó crear dos censos, uno activo y el pasivo donde estén los que llevan por lo menos dos procesos de no votar.

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