CHOLUTECA, HONDURAS.- Los cinco centros educativos que participan en el programa
Escuelas Amigables con el Ambiente zona sur están decididos a lograr un cambio en sus planteles y en la comunidad.
La decisión de los alumnos y docentes quedó de manifiesto durante la Mega Expoferia del Reciclaje, que resultó un éxito rotundo.
La creatividad, el liderazgo y, sobre todo, la voluntad de trabajar para tener un mejor ambiente definieron la jornada, que se desarrolló en el Parque Central José Cecilio del Valle.
Escobas elaboradas a base de botellas de plástico, jarrones, basureros, espejos, peines y hasta piñatas formaron parte de los productos que los centros educativos ofrecieron a las decenas de personas que acudieron al evento.
VEA: Escuelas Amigables culminan primera fase de las actividades
Tal es el caso de Hugo Alvarado, quien decidió bajarse de su vehículo y observar qué objeto podía comprarle a sus nietos. Al final se decidió por una tierna piñata.
“Estoy muy sorprendido por la calidad de los productos que se están vendiendo, además de cómo los maestros y alumnos manejan el tema del reciclaje y el impacto que genera para nuestro ambiente”, comentó el entrevistado.
Kenia Betanco no perdió la oportunidad de adquirir una innovadora escoba elaborada con botellas de plástico.
“Nunca se me hubiese ocurrido hacer una escoba con este producto y fíjese que es bastante útil para retirar las hojas de los patios”, comentó la señora.
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Experiencia
Además de fortalecer la cultura ambientalista, los alumnos de los centros educativos vieron en el reciclaje la oportunidad de emprender un negocio.
Rebeca Reyes, alumna del Centro de Educación (CEB) Roger Guillén Bellino, comentó que junto a los docentes dedicaron varias horas de trabajo para realizar los productos.
“Se hicieron cosas sencillas pero que captaron la atención de la población como jarrones, servilleteros y piñatas que nos permitirán recaudar fondos para el centro educativo”, comentó la jovencita.
Mauricio Asfura, alumno del Centro de Educación Proto Esteban Guillén, comentó que el proceso de creación de productos reciclados despertó su creatividad.
“Podemos jugar con los colores para los productos reciclados, ya que debemos hacerlos atractivos para los compradores”, dijo el entrevistado.
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Aracely Montoya, directora del Centro de Educación Básica Napoleón Mejía, aseguró que los alumnos necesitan participar en ferias de reciclaje.
“En los centros educativos necesitamos de estos espacios, donde los alumnos se divierten y se vuelven más competitivos”, comentó la maestra.
Beneficios
Durante dos horas, los centros educativos se valieron de diferentes técnicas para atraer la atención del público, desde la incorporación de un sistema de sonido hasta llevarles los productos a sus viviendas o negocios.
El esfuerzo de los docentes, alumnos y padres de familia se vio recompensado cuando al finalizar la jornada se logró recaudar un total de 4,347 lempiras, obteniendo el primer lugar el CEB Napoleón Mejía, seguido por Las Acacias, Francisco Morazán, Proto Esteban Guillén y Roger Guillén Bellino.
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Los fondos recaudados deberán ser invertidos por cada centro educativo en un proyecto escolar, el cual deberá ser seleccionado entre las autoridades del centro, docentes y alumnos.
El proyecto que los centros educativos seleccionen deberá beneficiar de manera directa a los alumnos.
Durante las dos ediciones anteriores, los centros educativos crearon espacios amigables con el ambiente dentro de los planteles, lo que permitió a los alumnos convivir en un espacio más adecuado tanto en el nivel pedagógico como personal.
Tal es el caso del CEB José Trinidad Cabañas, donde los docentes decidieron crear un pequeño parque en el que los alumnos pueden tomar sus meriendas y disfrutar de un momento de lectura y entretenimiento con sus compañeros.
El proyecto final deberá ser presentado en el evento de cierre, contando con la presencia de los patrocinadores del programa y autoridades educativas.
La decisión de los alumnos y docentes quedó de manifiesto durante la Mega Expoferia del Reciclaje, que resultó un éxito rotundo.
La creatividad, el liderazgo y, sobre todo, la voluntad de trabajar para tener un mejor ambiente definieron la jornada, que se desarrolló en el Parque Central José Cecilio del Valle.
Escobas elaboradas a base de botellas de plástico, jarrones, basureros, espejos, peines y hasta piñatas formaron parte de los productos que los centros educativos ofrecieron a las decenas de personas que acudieron al evento.
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Tal es el caso de Hugo Alvarado, quien decidió bajarse de su vehículo y observar qué objeto podía comprarle a sus nietos. Al final se decidió por una tierna piñata.
“Estoy muy sorprendido por la calidad de los productos que se están vendiendo, además de cómo los maestros y alumnos manejan el tema del reciclaje y el impacto que genera para nuestro ambiente”, comentó el entrevistado.
Kenia Betanco no perdió la oportunidad de adquirir una innovadora escoba elaborada con botellas de plástico.
“Nunca se me hubiese ocurrido hacer una escoba con este producto y fíjese que es bastante útil para retirar las hojas de los patios”, comentó la señora.
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Además de fortalecer la cultura ambientalista, los alumnos de los centros educativos vieron en el reciclaje la oportunidad de emprender un negocio.
Rebeca Reyes, alumna del Centro de Educación (CEB) Roger Guillén Bellino, comentó que junto a los docentes dedicaron varias horas de trabajo para realizar los productos.
“Se hicieron cosas sencillas pero que captaron la atención de la población como jarrones, servilleteros y piñatas que nos permitirán recaudar fondos para el centro educativo”, comentó la jovencita.
Mauricio Asfura, alumno del Centro de Educación Proto Esteban Guillén, comentó que el proceso de creación de productos reciclados despertó su creatividad.
“Podemos jugar con los colores para los productos reciclados, ya que debemos hacerlos atractivos para los compradores”, dijo el entrevistado.
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Aracely Montoya, directora del Centro de Educación Básica Napoleón Mejía, aseguró que los alumnos necesitan participar en ferias de reciclaje.
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Beneficios
Durante dos horas, los centros educativos se valieron de diferentes técnicas para atraer la atención del público, desde la incorporación de un sistema de sonido hasta llevarles los productos a sus viviendas o negocios.
El esfuerzo de los docentes, alumnos y padres de familia se vio recompensado cuando al finalizar la jornada se logró recaudar un total de 4,347 lempiras, obteniendo el primer lugar el CEB Napoleón Mejía, seguido por Las Acacias, Francisco Morazán, Proto Esteban Guillén y Roger Guillén Bellino.
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Los fondos recaudados deberán ser invertidos por cada centro educativo en un proyecto escolar, el cual deberá ser seleccionado entre las autoridades del centro, docentes y alumnos.
El proyecto que los centros educativos seleccionen deberá beneficiar de manera directa a los alumnos.
Durante las dos ediciones anteriores, los centros educativos crearon espacios amigables con el ambiente dentro de los planteles, lo que permitió a los alumnos convivir en un espacio más adecuado tanto en el nivel pedagógico como personal.
Tal es el caso del CEB José Trinidad Cabañas, donde los docentes decidieron crear un pequeño parque en el que los alumnos pueden tomar sus meriendas y disfrutar de un momento de lectura y entretenimiento con sus compañeros.
El proyecto final deberá ser presentado en el evento de cierre, contando con la presencia de los patrocinadores del programa y autoridades educativas.
