JAMASTRÁN, HONDURAS.- Una enorme cantidad de material y equipo para el proyecto de riego de este valle, con un valor aproximado a los 5.4 millones de dólares, unos 130 millones de lempiras, se deteriora en un solar baldío ubicado en el sector de El Empalme.
Este material lo trajo en el 2017 desde la India la empresa Apollo International Limited una vez que la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) -luego de una cuestionada licitación- en septiembre de 2015 le adjudicara la mencionada obra.
Actualmente, entre los productores de la zona hay indignación no solo porque consideran que el proyecto de riego es un fracaso, sino porque hay una Asociación de Regantes que responde más al partido en el poder que a los intereses de los agricultores.
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“Siento que somos un pueblo castrado, no reclamamos. Por una u otra razón no somos los suficientemente valientes para exigir respeto, por eso los gobernantes nos ven como cobardes”, dijo el productor Reynaldo Zelaya.
En este proyecto, honestamente hay muchas mentiras. “Es triste y repudiable el abandono, cómo está botado ese montón de millones de dólares, porque un ministro sin cabeza autorizó que la empresa trajera las cintas sin meter una pulgada de tubería en la tierra. Desde ahí empezó mal. Un ministro sin cabeza para un proyecto sin cabeza”, criticó el productor, que ante la desidia gubernamental tuvo que instalar su propio sistema de riego.
Según Zelaya, los funcionarios del gobierno hablan y hablan pero en la zona no hay nada real, “por eso desde hace dos años perdimos la confianza en la ejecución de un proyecto que hemos venido esperando desde hace más de 20 años y nos siguen con las mismas mentiras”, lamentó.
Abandono
El proyecto de riego en el valle de Jamastrán desde su licitación comenzó con acciones poco transparentes, que incluso fueron llevadas a los tribunales de justicia por otra empresa oferente. Ahora esos vicios le pasan una enorme factura al país empobrecido.
Al momento de la licitación, Apollo presentó una oferta por 22.5 millones de dólares, comprometiéndose a realizar la obra bajo la modalidad de “llave en mano”, pero luego argumentó que no podía cumplir ya que su oferta la basó en un estudio desfasado que le había dado la SAG.
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Así que el gobierno a inicios de 2018, mediante un adendum le asignó otros cuatro millones de dólares y el costo del proyecto subió a 26.5 millones de dólares, provenientes de un préstamo que el gobierno contrajo en el 2014 con el Exim Bank de la India. Ni aún con el incremento de los costos, Apollo pudo cumplir lo primero que había pactado.
Se había hecho responsable de irrigar 3,756 hectáreas pero luego de modificar el diseño lo bajó a 3,060 hectáreas. Asimismo había prometido construir 300 pozos, pero ahora solo perforará 103, aunque con un poco de mayor profundidad.
Dinero
De los 26.5 millones de dólares, el gobierno a través del Exim Bank le ha desembolsado a la contratista un total de 8.7 millones de dólares. De este monto, supuestamente, la empresa compró 5,452,644 dólares en materiales y equipo, que hoy están tirados en el solar de una empresa que opera en Jamastrán.
Consignándolo a nombre de la SAG, Apollo trajo al país 23,680 rollos de cintas de riego con una longitud de 3,281 pies cada uno. Cada pie, según los registros, fue comprado a seis centavos de dólar. La multiplicación de los rollos por los pies dan un total de 77.6 millones pies, que multiplicados por los seis centavos dan un valor de 4.6 millones de dólares.
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Aparte de eso, dos perforadoras valoradas en 250,000 dólares y dos compresores con un precio de 200,000 dólares están tiradas, y sobre ellas han nacido hasta árboles. Lo que está bajo techo únicamente son tres contenedores de repuestos por un valor de 231 mil dólares y una bodega móvil que habría costado 95,000 dólares.
Del plantel ya se han perdido al menos 25 rollos de cinta de riego, igualmente un equipo que estaba en uno de los puertos de Honduras no fue retirado y no se sabe su destino.
La representante legal de Apollo en Honduras, Alejandra Arellano, sostuvo que el cambio de ministro en la SAG y una auditoría realizada paralizó los trabajos. Pero ahora que ya se subsanaron varias situaciones, “todo está en regla y se firmó una segunda adenda al contrato para extender el tiempo. Eso es lo que nos estaba matando”.
La agenda y todo lo complementado se envió al Ministerio de Relaciones Exteriores de la India y al Exim Bank y ahora “la SAG y Apollo estamos esperando la respuesta de la India para reactivar el proyecto”.
Ella negó que por estar al aire libre, el material esté deteriorado, pues se trata de algo especial. Lo que se han dañado son las cubiertas de plástico, pero las mangueras y los camiones están en buen estado”, agregó.
Aseguró que como es un proyecto llave en mano, “entregaremos un producto final al Estado y si hay una manguera dañada, una manguera picada, nosotros como empresa la repondremos”.
Por su parte, el productor Rafael Castro lamentó que el gobierno no les informe sobre si se va o no a ejecutar el proyecto. Para un riego, lo primero que se requiere es la instalación de donde se va a extraer el agua, los pozos, las bombas y luego la instalación de tuberías y por último se tiran las cintas de goteo, pero Apollo trajo primero lo que se usa de último, cuestionó.
Para no atenerse a la burocracia estatal, Castro también mandó a perforar su pozo y de ahí está irrigando sus parcelas, pero otros productores que no tienen esta posibilidad, este año perdieron totalmente sus cultivos.
