Es uno de los mejores puertos naturales del mundo y forma parte del océano Pacífico. Mide unos 3,200 kilómetros cuadrados. Sus aguas y producción en mariscos los comparten El Salvador, Honduras y Nicaragua.
La franja que corresponde a Honduras brinda alimentos y recursos económicos a través de la pesca artesanal a unas 43 comunidades de la zona sur.
Un estudio reciente de la organización Proyecto de Desarrollo Pesquero en el Golfo de Fonseca reveló que de las 43 comunidades que sirven de puertos de embarque, 21 se encuentran en el departamento de Choluteca.
El estudio fue financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Los municipios con mayor acceso a la pesca por parte del departamento de Choluteca, debido a su posición costera, son Choluteca, Marcovia, Namasigüe y El Triunfo.
En el caso de Valle, son 22 comunidades donde se vive de la pesca, sitios que pertenecen a los municipios de Amapala, Nacaome y San Lorenzo.
Se estima que unos 3,000 pescadores salen a diario a faenar en las zonas costeras, ya que se cuenta con unas 1,619 embarcaciones, las que son tripuladas por dos personas.
La cifra puede incrementarse en el caso de las familias que realizan esta labor de forma esporádica, de acuerdo con las autoridades del Comité de Desarrollo Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Codefagolf).
Productos
Los principales productos que se extraen son pescado, camarones, curiles, cangrejos y almejas.
Se estima que de la zona se extraen 4,200 toneladas métricas de los productos que se cosechan en el golfo, de estas, 3,400 son de pescados, 568 toneladas de camarón y 232 toneladas entre las especies de curiles, cangrejos y almejas.
La extracción de este tipo de especies genera unos 120,000,000 de lempiras anuales, según el documento. De estos, 82,000,000 de lempiras son generados por la venta de pescado y 32,000,000 de lempiras en el caso de la comercialización de camarón, las transacciones comerciales por curiles generan 3.5 millones de lempiras y la venta de cangrejos genera 2.3 millones de lempiras.
Se estima que la producción que se genera en el Pacífico suple el 85 por ciento del mercado nacional.
La temporada en que se genera el mayor volumen de capturas de crustáceos ocurre entre los meses de noviembre y abril, lo que coincide con el período seco.
Especies
Se estima que entre las variedades de pescados las que más se extraen son de la especie conocida como babosa y pescado blanco.
Pese a esto se han clasificado las especies en primera y segunda categoría según la demanda en el mercado nacional. Los de primera categoría son los considerados de mayor demanda, entre los que destacan la babosa, pargo, robalo y la corvina.
La libra de este tipo de pescado es comercializada entre 13 y 17 lempiras.
En la lista de segunda categoría están las variedades conocidas como la pancha, wiche, raya, pargo, bagre, mero, ayante, usugo, sardina, picuda, chopa, guapote y bocona.
El costo de una libra de estas especies oscila entre tres y 10 lempiras.
En el caso del camarón, el que más se captura es el camarón blanco, con 43 por ciento del total; tití, con un 20 por ciento, y rayado, con 18 por ciento.
Los curiles se explotan de las dos clases existentes en el Golfo de Fonseca, conocidos como negro y el blanco.
De acuerdo con el documento, este tipo de especie marina genera un capital de 3.5 millones de lempiras anuales para las comunidades sureñas que viven de la pesca.
Son 379 personas que se dedican a la extracción de curiles en la zona, quienes residen en las comunidades de Los Langues, Pueblo Nuevo, Puerto Grande y colonia Inés Carranza.
Otra de las especies que son comercializadas en el sur luego de ser capturadas en aguas del golfo es el cangrejo conocido como punche, con 1.1 millón de ejemplares cada año.
La extracción de cangrejos se realiza en las comunidades como La Brea y Playa Grande, en Nacaome, actividad que realizan unos 45 pescadores.
La captura de esta especie marina genera un capital de 2.3 millones de lempiras al año.
Embarcaciones
Las embarcaciones que utilizan los pescadores artesanales son, en su mayoría, de fibra de vidrio, impulsados por motor.
La mayoría de estos equipos pertenecen a pescadores de las comunidades de San Bernardo, donde funcionan 133 embarcaciones.
En Cedeño cuentan con 138, Guapinol, 320; Los Delgaditos, 60; Playa Grande, 72; Isla del Tigre, 274, y San José de las Conchas, 21.
También faenan con este tipo de embarcaciones en El Guayabo, donde cuentan con 42; en Zacate Grande, 207; Coyolito, 24; San Lorenzo, 95; Río Viejo, 155; Punta Ratón, 78, y Jicarito, 50.
Amenaza
Según diferentes organizaciones que funcionan a favor de la protección de los recursos naturales en el sur, pese a los beneficios que genera el Golfo de Fonseca, no se han tomado las medidas de mitigación necesarias para evitar que la vida marina se extinga.
La contaminación por pesticidas y tóxicos de la industria local y la deforestación masiva del manglar son algunos de los problemas que amenazan con acabar la riqueza natural de la zona.
La sobrepoblación en las riberas, el uso indiscriminado de plásticos arrojados a los ríos, la falta de saneamiento y el cambio climático son otras de las amenazas del océano Pacífico.