TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con más de 700 millones de lempiras y en colaboración con el gobierno de Estados Unidos y las empresa privada, Honduras buscará revertir la crisis educativa.
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Dentro de esta alianza, impulsada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid por sus siglas en inglés), son cuatro los pilares que serán priorizados en el 2023: la deserción, merienda escolar, infraestructura y las brechas entre la educación privada y pública.
El miércoles, la administradora adjunta de USAID, Marcela Escobari, en un evento en la escuela Monseñor Ernesto Fiallos, señaló la importancia de intervenir la crisis educativa del país.
“Estamos diseñando un programa para la educación primaria, que aumentará significativamente la matrícula preescolar, que actualmente es de tan solo del 37%”, señaló.
Agregó que de la mayores falencias es la deserción escolar, habiendo identificado hasta ahora que dos de cada diez estudiantes, se gradúan de la secundaria.
Para reducir la cantidad de 12,000 centros educativos en mal estado, las empresas privadas anunciaron que destinarán más de 80 millones de lempiras durante este año lectivo.
Según Juan Carlos Atala, presidente de la Fundación Ficohsa, el 2023 debe ser el año en que se hable de una verdadera refundación educativa en Honduras.
“Nosotros vamos a participar con la rehabilitación de 225 aulas a nivel nacional, que van a beneficiar a más de 11 mil estudiantes”, indicó.
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