Comayagua, Honduras
Rommel Umanzor hace 18 años decidió emigrar de manera ilegal a Estados Unidos, donde trabajó durante tres años, después de los cuales decidió regresar a su natal Comayagua con la intención de no regresar a la tierra del tío Sam.
“Logré estar por tres años desempeñando trabajos de remodelación y cumplí me meta, que era ahorrar para construir mi casa y comprar unos terrenos aquí en Comayagua”, relató Umanzor.
Rommel cumplió sus sueños con base al sacrificio, pero detrás de él se escriben historias con escenarios tan desalentadores como la pobreza, amputaciones, estafas, asaltos, violaciones y hasta la muerte.
El Observatorio de Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) realizaron un análisis del fenómeno migratorio en 10 municipios del valle de Comayagua tomando como muestra a mil migrantes retornados el año pasado.
El estudio reflejó el otro lado del espejo del “sueño americano”, los peligros que enfrentan las personas que viajan a países extranjeros de manera ilegal como los Estados Unidos, España, México o Canadá.
Unos 580 de los encuestados fue objeto de asaltos; 200, estafados, 180 fueron abandonados en la ruta y al menos 40 padecieron junto a sus familias extorsiones.
Los ciudadanos desplazados por la pobreza y el desempleo en los municipios de Comayagua, Ajuterique, San Jerónimo, Villa de San Antonio, Lamaní, Humuya, San Sebastián, La Paz y Cane también denunciaron violaciones, secuestros y abusos físicos y psicológicos.
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Programa migratorio
Para evitar que más comayagüenses sufran flagelos durante su salida del país, desde el año anterior se lanzó el programa Fomento del Empleo Juvenil para Prevenir la Migración-Eurolabor, financiado por la Cooperación Española y la Unión Europea.
El programa trabaja bajo dos componentes que son: el Sistema de Atención a Migrantes Retornados y el de Inserción Laboral Juvenil.
Por medio del sistema de Atención a Migrantes Retornados se creó la Mesa de Protección Infantil, la cual busca prevenir el trabajo de niños en las calles y el campo.
El componente de Inserción Laboral Juvenil es uno de los más exitosos, ya que ha formado a más de 500 jóvenes en 13 talleres como reparación de motocicletas, celulares, soldadura, belleza, electricidad y repostería, entre otros.
Para acceder a las jornadas, los jóvenes solo deben tener su secundaria completa y para quienes no han logrado culminar su formación se ofrecen hasta 200 becas anuales.
Con el impulso del emprendimiento juvenil estas entidades buscan a mediano plazo abolir la migración y construir una nueva Comayagua.
