COMAYAGUA, HONDURAS.- Una ciudad con una extraordinaria historia colonial que contar y maravillosas personas en cuyos ojos brilla el orgullo de su pueblo son solo parte de las mezclas que logra Walter Cáceres en sus lienzos a base de óleo.
él es un destacado pintor autodidacta, paisajista y figurativo, originario de Comayagua. Este dedicado esposo, padre de dos hijos, encontró en el paisaje de su amada ciudad y en los retratos de su gente su forma de expresión como artista.
Cáceres nunca fue a una escuela de arte para aprender a pintar cuadros. Pero el talento que corre por sus venas empezó a surgir en él desde que era un niño que cursaba la primaria.
“Desde pequeño empezaba a dibujar con lápiz y papel, recuerdo que mis maestros me daban un churro y jugo para que pasara a la pizarra a pintar”, recordó el artista. Fue en 1995, cuando ya tenía 17 años, que decidió dedicarse a tiempo completo al arte de la pintura en óleo.
Experiencia
Actualmente tiene 41 años y con el tiempo ha ido perfeccionando su arte hasta ser reconocido por sus obras. “Me enfoco en pintar la vida de nuestra gente, nuestra cultura, a través de paisajes urbanos, rurales y plasmamos a Comayagua con su paisaje colonial”, dijo Cáceres.
A lo largo de su carrera ha pintado más de 350 obras entre las que destacan los monumentos y edificios de Comayagua como la catedral Inmaculada Concepción, y demás iglesias, la plaza central León Alvarado, algunas calles peatonales y otros lugares de alto valor histórico y que son considerados patrimonio cultural del país.
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Su inspiración también es alimentada por la naturalidad de los pueblos rurales.
Cuando pisa una aldea, la musa de sus obras son las casas de adobe y bajareque con tejas. Los campesinos halando leña con bueyes o burros, entre otras actividades comunes que se practican en las comunidades.
En busca de nuevos paisajes y experiencias ha viajado muchos kilómetros para visitar municipios del centro, sur y oriente del país.
Aparte paisajes, también hace figuras humanas en óleo y grafiti, destacando el campesino hondureño y la belleza de la mujer.
El artista dijo que los paisajes rurales son los más buscados por los extranjeros.
Los paisajes de Honduras elaborados por Cáceres han sido pedidos por hondureños que viven en Londres, Inglaterra, y varias ciudades de Estados Unidos.
El taller de trabajo es su propia vivienda, que ha convertido en una galería de exquisitos cuadros de diferentes precios y tamaños que adornan cada espacio de su humilde hogar. Las obras que elabora Cáceres pueden costar entre 1,000 y 10,000 lempiras.
El pintor hace de dos a tres exposiciones por año en su antañona Comayagua y a nivel nacional mediante invitación.
Su objetivo a mediano plazo es salir del país para promocionar su trabajo en el extranjero.
Mientras le llega esa oportunidad de exponer su talento, sigue participando en diversas ferias se organizan en la ciudad colonial y en otras partes del territorio nacional.